martes, abril 10, 2012

Descubrimientos arqueológicos que el mundo pensó que eran reales... ¡Son fraude!

Estos engaños han traído varios problemas como el que le sucedió al museo de Louvre, que compró una reliquia que era falsa.

 Alrededor del mundo se dan infinidad de descubrimientos arqueológicos,  los cuales nos dan más pistas de nuestros antepasados, pues aprendemos de los fósiles, pinturas y ruinas, para así darnos una idea de cómo era la vida antes.

Sin embargo no siempre lo que se descubre es cierto, hay ocasiones que "los descubrimientos arqueológicos" son un fraude, es por eso que antes de anunciar algún hallazgo, se comprueba si es real o no, para evitar confusiones acerca de nuestro orígenes.

Contario a lo que uno pensaría, los fraudes son una constante en la arqueología,  siempre existe alguien que por buscar los cinco minutos de fama, inventa ciertas lo que sea.

Aunque parezca poco creíble, casos como estos ha habido muchos, incluso en ocasiones hasta se recrean documentales para demostrar a todos la "verdad" de las cosas, aunque ellos mismos sepan que en realidad es una mentira.

Para un ejemplo, basta con ver todos los documentos y documentales acerca de los Mayas y su profecías, en donde pseudo investigadores muestran historias falsas haciéndolas pasar como verdaderas. Siguiendo este contexto el sitio cracked.com, publica algunos de estos casso, de lo cuales en De10.mx hemos hecho una recopilación para presentarte los 10 fraudes arqueológicos más famosos.

 
1. El mapa de Vinlandia. Se trata de un plano medieval en pergamino, fechado en 1440, en el que además de Islandia y Groenlandia, figura Vinlandia, el lugar de Norteamérica en el que recalaron, según las crónicas, los vikingos. Fue dado a conocer públicamente en 1965.

Sin embargo durante mucho tiempo ha estado en entre dicho su autenticidad, pues se dice que el mapa es una falsificación. No obstante en el 2009 el profesor Rene Larsen, rector de la Escuela de Conservación en la Academia Real Danesa de Bellas Artes, aseguró que tras un largo estudio de más de cinco años, él y su equipo habían determinado que el mapa era auténtico, algo que aún no está cien por ciento comprobado.

 
2. La piedra de Kensington. Se trata de una piedra hallada en 1898, en una granja cerca de la aldea de Kensington (EE.UU.) por un inmigrante sueco, y que contiene un texto en signos rúnicos.

La inscripción pretende atestiguar una expedición vikinga a Minnesota en 1362 (130 años antes del viaje de Cristóbal Colón), que acabó en tragedia debido a la masacre que sufrieron los exploradores por parte de los indios.

Desde su descubrimiento, fue considerada como una falsificación por eruditos de todo el mundo. Según el Profesor O. J. Breda, uno de los más destacados estudiosos escandinavos en América, el lenguaje en el que estaba escrito era una mezcla de noruego, sueco y algo que parecía inglés antiguo.

En los días de la escritura rúnica, suecos y noruegos eran feroces enemigos, por lo que parece improbable que hubiesen sido socios en una expedición.

 
3. El gigante de Cardiff. Fue un fraude realizado en el año 1869, perpetrado por el estanquero George Hull, que mandó tallar una figura humana de tres metros y 10 centímetros de altura a partir de un bloque de yeso, para luego enterrarlo y hacerlo descubrir por un constructor de pozos.

La idea se le ocurrió después de mantener una discusión con un reverendo metodista, el cual sostenía que la Biblia debía interpretarse de manera literal, incluyendo el pasaje que dice: "Había gigantes en la tierra en aquellos días".

 
4. El dinosaurio con alas. En noviembre de 1999, la prestigiosa revista National Geographic Magazine, hacía eco del reciente descubrimiento en China de cuatro nuevos fósiles de dinosaurio, con huesos asombrosamente parecidos a los de un ave y con indicios de plumas. 

La nueva especie, denominada Archaeoraptor Liaoningensis, suponía la conexión definitiva entre dinosaurios y aves.

No duró mucho el engaño, ya que en enero de 2000, la National Geographic Society tuvo que admitir que el vertebrado con alas emplumadas y cola de dinosaurio era un engaño, una pieza fraudulenta. Mediante un escáner descubrieron que alguien había trasplantado partes de un ave.

 
5. Las pinturas rupestres de Zubialde. En abril de 1990, un estudiante de Historia aficionado a la espeleología llamado Serafín Ruiz Selfa, encontró en las inmediaciones del monte Gorbea, junto al río Zubialde, la entrada de una cueva. Al internarse en ella, se topó con pinturas rupestres de todo tipo, desde un mamut hasta rinocerontes lanudos; el descubrimiento fue presentado un año después.

Sin embargo, poco tiempo después, dos arqueólogos, Peter Ucko y Jill Cook, calificaron el descubrimiento como un fraude. Entre las anomalías que encontraron señalaban que los mamuts y rinocerontes representados en Zubialde, habían desaparecido del sur de Europa miles de años antes de que pudieran ser pintados por algún hombre.

 
6. El hombre de Piltdown. Es conocido por ser uno de los más grandes fraudes en la historia de la paleoantropología, principalmente porque se creyó verdadero durante cuarenta y cinco años, desde que se anunciara su descubrimiento en 1908, hasta 1953 cuando el fraude fue finalmente expuesto.

El supuesto "Eslabón perdido" era en realiadad producto de un entierro intrusivo, en el que se combinaban restos de un simio con los de un ser humano; se cree que los culpables fueron sus descubridores originales, tal vez motivados por desprestigiar a alguno de sus rivales.

 
7. Tablillas de Glozel. Son uno de los misterios que más han levantado controversia, debate y escepticismo en el mundo científico y arqueológico. Fueron descubiertas por Emile Fradin.

 El hallazgo de las célebres tablillas fue fortuito y casual en el momento de su excavación. Existe una polémica acerca de la veracidad y contenido del descubrimiento, que involucra argumentos no muy científicos.

 
8. Piedras de Ica. Fue Javier Cabrera quien dio a conocer estas piedras. Este médico peruano dice haber recibido una supuesta extraña piedra grabada como regalo de cumpleaños. Posteriormente Cabrera dice que identificó el grabado como un dibujo de un pez que se había extinguido hacía millones de años. 

Sin embargo, a pesar de que han tratado de decir que estas piedras son antiguas, la comunidad científica luego de estudiarlas, ha demostrado que sólo son un fraude.

 
9. La Tiara de Saitafernes. El 1 de abril de 1896, el Louvre anunció que había comprado una tiara de oro que perteneció al rey escita Saitafernes. El museo compró el artefacto por 200 mil francos de oro. Al poco tiempo de ser expuesta en el Louvre, varios expertos pusieron en tela de juicio la autenticidad de la tiara. 

Entre ellos estaba el arqueólogo alemán Adolf Furtwangler, que observó problemas estilísticos en el diseño de la tiara y cuestionó la aparente falta de signos de envejecimiento en la misma.
Al parecer dos años antes de la compra del Louvre, dos comerciantes le encargaron a Israel Rouchomovsky, un talentoso orfebre, que hiciera la tiara,  la cual iba a ser regalo para un amigo.

 
10. Cráneo de Calaveras. Fue un cráneo humano descubierto por mineros en el Condado de Calaveras, California, que demostraría que los humanos coexistieron con mastodontes y elefantes en California. Más tarde se reveló ser un fraude. 

Pero muchos especulaban sobre su autenticidad, así que fue hasta que un minero le contó a un sacerdote que el cráneo encontrado, en realidad había sido puesto en la mina como parte de una broma.