miércoles, julio 25, 2012

Objetos históricos que no creerías que aún funcionan

Hay ciertos artículos que han ido contra todo pronóstico al hacer su ciclo de vida más duradero, sorprendiendo a toda la comunidad científica.

Hay una frase que dicta que "absolutamente nada es para siempre", pues ya sean seres vivos o simple objetos, cualquier cosa tiene un ciclo de vida y utilidad, un principio y un fin.

Sin embargo, hay historias de artefactos que simplemente sorprenden, pues han logrado retar a nuestra lógica de una forma inexplicable, ya que a pesar del paso del tiempo, éstos siguen funcionando como si fueran nuevos.

Cracked.com publica un par de estas historias curiosas de objetos que ya han hecho historia al seguir vigentes y funcionando después de muchos años, dejando sorprendido a más de uno.

La estación de Bomberos de la ciudad de Livermore en California, en 1901, decidió dar un paso más hacia el progreso cuando decidieron dotar a todo el edificio de energía eléctrica, colocando bombillas por todos lados para proporcionar de luz a la construcción.

Increíblemente, en la actualidad hay un foco de esos originales colocados hace 110 años en la estación y lo más increíble de todo es que sigue funcionando, pese a que un foco convencional tiene una duración de no más de mil horas.

Esta bombilla centenaria se encuentra inscrita en el libro Guiness y ha servido de inspiración para crear focos ahorrativos.


Qin Shi Huang se convirtió en el primer emperador del territorio chino unificado; desafortunadamente, la muerte le sorprendió mientras realizaba un viaje por oriente intentado encontrar la fórmula secreta para tener vida eterna.

El mausoleo en donde descansan sus restos es uno de los más famosos debido a sus grandes dimensiones, así como por los 400 guerreros de terracota de Xian que él mismo mandó hacer para que lo resguardaran.

El lugar fue descubierto en el siglo XX, para ser más exactos en 1970 y como comprenderás, aún quedan zonas por explorar debido a que ahí existen trampas hechas con armas y ballestas que podrían ser mortales.

Quizá te parezca tonta esta explicación, pues difícilmente un arma de hace cientos de años podría funcionar de manera normal y permanecer intacta; aunque no lo creas, estas ballestas parecen nuevas, ya que recibieron un baño de cromato, sustancia que impidió su oxidación y deterioro.


La dinastía Chola fue la familia que reinó la India durante varios siglos, época en donde el país tuvo un gran auge a nivel arquitectónico y económico, lo cual trajo un gran beneficio para la población.

En el siglo II, al gobierno de esta dinastía decidieron construir una presa para desviar el cause de uno de los principales ríos para utilizar este recurso para regar los campos. Así que en poco tiempo se llevó a cabo esta obra que originalmente, se pensaba reconstruir pasados unos 20 años.

Increíblemente, la presa siguió de pie mil 500 años después y ahora es conocida como Grand Anicut, a la cual sólo se le han hecho pequeñas modificaciones en estos últimos años, conservando la estructura original, modelo que ha servido para que ingenieros británicos construyan otras presas en diversas partes del mundo.


Un satélite artificial tiene una vida útil de aproximadamente entre 10 y 15 años, por lo tanto, los ingenieros encargados de fabricarlos trabajan constantemente para construir el siguiente artefacto que suplirá a aquel que haya cumplido con su ciclo.

Todo lo contrario sucedió con los dos satélites Voyager que la NASA que fueron puestos en órbita en 1977, con la intención de obtener mayor información sobre los planetas Júpiter y Saturno.

En un principio se dijo que sólo operarían por cuatro años; sin embargo, han pasado casi 35 años de su lanzamiento y siguen ahí, haciendo su labor y dando grandes aportaciones al mundo de la ciencia.


Todos los alimentos son perecederos; algunos podrán durar un poco más si los congelamos, pero al final perderán todas sus propiedades y por tanto, será mejor no comerlas.

Claro está que gente como los astronautas y militares pueden consumir algunos productos cuya duración puede llegar a ser de unos cinco años, gracias a los procesos químicos a los que han sido sometidos.
Pero en los años 20, varias personas encontraron en ciertas zonas del planeta, cuerpos de mamuts que durante años estuvieron congelados y cuya carne se mantenía aún bien fresca.

Cincuenta años más tarde, unos científicos de Alaska se encontraron con un ejemplar similar, así que decidieron hacer un experimento con ella: ¡Cocinarlo!, un platillo que dieron no sabía muy diferente a la carne de res y por tanto, tenía un sabor "aceptable".