lunes, septiembre 03, 2012

La muerte persigue a los sirios en las ciudades de Alepo y Damasco

Un general dice que tomarán en 10 días las zonas 'rebeldes' mientras un atentado en la capital deja una cifra indeterminada de muertos.

La artillería del régimen continúa masacrando la ciudad de Alepo, donde hoy han muerto decenas de personas. También este lunes un atentado golpeó un barrio de la periferia de Damasco, Jaramana, provocando la muerte de entre 5 y una veintena muertos, según diferentes cifras de grupos opositores.

Los aviones de combate continúan el asedio a la ciudad de Alepo y su vecina al-Bab, importante base para los rebeldes. Decenas de personas han muerto este lunes mientras un general encargado de las operaciones del régimen de Bashar Asad en esta ciudad (que no ha querido dar su nombre) ha anunciado que el régimen "recuperará la ciudad en 10 días", ya que los dos barrios donde se refugian los rebeldes (denominados por él, "terroristas"), Salaheddine y Seif Dawla, están "a punto de caer". "Una vez tomemos estos barrios, será más fácil dominar el resto de la ciudad", dijo este general.

Este mismo lunes, un atentado con coche bomba en Jaramana, un barrio del sureste de Damasco, de mayoría cristiana y pro-Asad, provocó la muerte de al menos 5 personas (aunque algunas agencias y medios elevaban el número de víctimas a 19). Otras 27 personas resultaron heridas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

En la perfiferia de Mazzé, un barrio adinerado del oeste de Damasco, las fuerzas del régimen han destruido grandes mansiones y, según denuncias del OSDH, han obligado a los ciudadanos a borrar todas las pintadas de eslóganes anti-Asad de las paredes.

 

30.000 muertos en un año y medio


Según el Consejo Nacional Sirio, uno de los principales órganos de la oposición, 30.000 personas han fallecido desde que empezaron los combates, hace casi 18 meses, y hasta tres millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus casas. Los refugiados superan ya las 250.000 personas y llegan en oleadas sobre todo a la cercana Turquía, que, en los últimos días, ha señalado que ya no puede hacer frente a esta "avalancha" y defiende la creación de "zonas seguras" en territorio sirio, gestionadas por la ONU. Pero ni el Consejo de Seguridad de la ONU ni las potencias occidentales han apoyado esta opción.

En este contexto, la ONU ha alertado hoy de que apenas existen ya lugares segudos en los que la población pueda refugiarse. La denuncia, planteada por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, hace hincapié en la complicada situación en que se encuentran "hombres, mujeres y niños" ajenos al conflicto político y social que vive su país. La OCHA advierte en un informe de que multitud de personas "han muerto en sus casas o en las calles mientras buscaban comida y otros suministros o intentaban evacuar a los heridos".

Los combates han "destruido" todo tipo de infraestructuras esenciales en Siria y "los bloqueos y toques de queda impuestos en ciudades como Homs, Hama, Deraa e Idlib han impedido que la población obtenga agua, comida y suministros médicos". La OCHA ha detectado un incremento en el número de controles militares, de barricadas y de carreteras cerradas.