EE.UU. está considerando desplegar aviones no tripulados desde bases estadounidenses en territorio nipón para vigilar de cerca a Corea del Norte, informó la agencia japonesa Kyodo.
Los drones Global Hawk podrían ser trasladados desde la base militar de EE.UU. en la isla de Guam (en el Pacífico) a la base de Misawa, en la prefectura de Aomori (norte de Japón).
Según apuntan medios nipones, la opción de desplegar estos aviones-espía se debería a la escalada de la tensión en la península coreana y a la reciente reubicación de dos misiles de medio-largo alcance Musudan en la costa este de Corea del Norte.
De este modo Washington y Seúl aumentarían la vigilancia sobre las instalaciones en las que presuntamente Pyongyang alberga estos proyectiles, cuyo alcance se estima en unos 4.000 kilómetros, lo que les otorga capacidad para llegar tanto a la base estadounidense de Guam como a territorio japonés.
Además, desde que este viernes el Gobierno norcoreano comunicara que no podrá garantizar la seguridad de los diplomáticos extranjeros y de los empleados de organizaciones internacionales en su territorio a partir del 10 de abril, cada vez son más los expertos que sospechan que Pyongyang podría lanzar un ataque en los próximos días o semanas.
EE.UU. cuenta actualmente con tres aviones no tripulados Global Hawk en su base militar de la isla de Guam destinados a observar el movimiento de patrulleras en esa zona. Los Global Hawk son drones de 40 metros de envergadura y 14,5 metros de largo que pueden volar a una altura máxima de 18.000 metros sobre la superficie del mar. Están equipados con sensores de alta precisión y radares que permiten localizar objetos sospechosos. No tienen capacidad ofensiva, es decir, no portan ni misiles ni ningún otro tipo de armamento.
En enero de este año, el Ministerio de Defensa japonés anunció la compra de dos de estos drones-espías estadounidenses para realizar tareas de inteligencia sobre las islas Senkaku (Diaoyu) que Tokio se disputa con China.
