Biólogos neerlandeses han descubierto que un tipo de arqueobacterias puede respirar en la armósfera marciana, algo que amplía considerablemente la gama de los seres vivos teóricamente capaces de existir en Marte.
Un grupo de científicos de la Universidad de Wageningen, Países Bajos, reveló que una serie de microorganismos unicelulares pertenecientes al dominio Archaea son capaces de respirar percloratos, un compuesto de oxígeno y cloro que se encuentra en la atmósfera del Planeta Rojo.
Según el estudio, publicado en la revista ‘Science’, los percloratos son tóxicos para la mayoría de los seres vivos. Se utilizan ampliamente como oxidante en la producción de fuegos artificiales y cohetes, así como en la de fármacos para el tratameinto del hipertiroidismo y la anemia.
Al mismo tiempo, es casi imposible encontrarlos en la naturaleza y hasta la fecha se han identificado solo 40 colonias de microbios capaces de utilizarlos para respirar. Todos estos organismos pertenecen a un pequeño grupo de bacterias de la familia de Proteobacteria y Firmicutes.
La investigación, encabezada por el biólogo Alfons Stams, permitió añadir a este grupo el tipo de arqueobacterias Archaeoglobus fulgidus, hallado en el mar frente a la isla italiana de Vulcano. Estos microorganismos pueden separar el oxígeno de los percloratos a altas temperaturas.
Los científicos nunca habían contemplado la idea de que el Archaeoglobus fulgidus pudiera ser uno de los posibles ‘microbios marcianos’ ya que en su ADN no hay genes para la producción de la enzima superóxido dismutasa (SOD), que protege las células de percloratos. No obstante, según Stams y sus colegas, la arqueobacteria es capaz defenderse con el uso del azufre recuperado en ella como un 'escudo' que evita que los percloratos destruyan sus proteínas y ADN.
Los biólogos concluyen que estos microbios podrían haber existido también en nuestro planeta en el primer periodo de su vida. Su existencia podría explicar por qué la atmósfera de la Tierra joven contenía una gran cantidad de oxígeno, a pesar de la ausencia de plantas.
Según el estudio, publicado en la revista ‘Science’, los percloratos son tóxicos para la mayoría de los seres vivos. Se utilizan ampliamente como oxidante en la producción de fuegos artificiales y cohetes, así como en la de fármacos para el tratameinto del hipertiroidismo y la anemia.
Al mismo tiempo, es casi imposible encontrarlos en la naturaleza y hasta la fecha se han identificado solo 40 colonias de microbios capaces de utilizarlos para respirar. Todos estos organismos pertenecen a un pequeño grupo de bacterias de la familia de Proteobacteria y Firmicutes.
La investigación, encabezada por el biólogo Alfons Stams, permitió añadir a este grupo el tipo de arqueobacterias Archaeoglobus fulgidus, hallado en el mar frente a la isla italiana de Vulcano. Estos microorganismos pueden separar el oxígeno de los percloratos a altas temperaturas.
Los científicos nunca habían contemplado la idea de que el Archaeoglobus fulgidus pudiera ser uno de los posibles ‘microbios marcianos’ ya que en su ADN no hay genes para la producción de la enzima superóxido dismutasa (SOD), que protege las células de percloratos. No obstante, según Stams y sus colegas, la arqueobacteria es capaz defenderse con el uso del azufre recuperado en ella como un 'escudo' que evita que los percloratos destruyan sus proteínas y ADN.
Los biólogos concluyen que estos microbios podrían haber existido también en nuestro planeta en el primer periodo de su vida. Su existencia podría explicar por qué la atmósfera de la Tierra joven contenía una gran cantidad de oxígeno, a pesar de la ausencia de plantas.