De acuerdo con un estudio realizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), los compuestos de los cigarrillos de menta hacen más difícil dejar de fumar.
El sabor de la menta reduce la respuesta sobre la protección respiratoria a las sustancias irritantes en el humo del cigarrillo y el individuo soporta más fácilmente el humo, de ahí que provoque mayor adicción.
La jefa de la FDA estadounidense, Margaret A. Hamburg, advirtió asimismo sobre fumar este tipo de cigarrillos e insistió en imponer más prohibiciones y leyes para controlar el uso de ese producto.
Las compañías de tabaco añaden el sabor de menta a ciertos cigarros para disminuir su intenso olor.
Según la investigación de la FDA, más del 40 por ciento de los jóvenes que fuman cigarros prefieren los de menta.