A la lista de acciones que nos causan placer, como el chocolate, el sexo
o los juegos de azar, hay que añadir el aprendizaje de una nueva
lengua, ya que estimula las mismas áreas del cerebro, según un estudio.
Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB), del
Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (IDIBELL) y de la
Universidad Otto von Guericke de Magdeburgo (Alemania), han llegado a la
conclucion de que en los adultos el aprendizaje de nuevas palabras
activa no solo circuitos corticales de lenguaje, sino también del
estriado ventral, una de las áreas principales de los circuitos
motivacionales y de recompensa.
La investigación mostró
que el aprendizaje de nuevas palabras va acompañado de un aumento en la
sincronización de la actividad neuronal entre el estriado ventral y
otras áreas corticales relacionadas con el procesamiento del lenguaje.
"El objetivo del trabajo era ver hasta qué punto aprender
un lenguaje podría activar estos circuitos del placer y la recompensa.
Por otro lado, que el lenguaje se haya podido sustentar en circuitos de
este tipo es una hipótesis interesante desde el punto de vista
evolutivo", explica Pablo Ripollés, uno de los autores del estudio 'El
papel de la recompensa en el aprendizaje de las palabras y su
implicacion en la adquisición del idioma', publicado en la revista
'Current Biology'.
Para obtener estos resultados, los
científicos llevaron a cabo dos imágenes de resonancia magnética a 36
adultos, que reflejaron que tanto el aprendizaje de una nueva lengua
como los juegos de azar activan las mismas partes del cerebro.
Los
investigadores afirman que los hallazgos podrían ayudar a encontrar las
claves para el desarrollo de las lenguas humanas, así como la
motivación individual en el estudio de las lenguas extranjeras.