La enfermera Jacintha Saldanha, de 46 años, fue encontrada sin vida en su domicilio este viernes tras haberse aparentemente quitado la vida, un día después de haber atendido una llamada falsa de dos presentadores australianos de un programa de radio que le hicieron una broma en el hospital King Edward VII, donde llevaba cuatro años trabajando.
la emisora australiana autora de la falsa llamada lamenta las "consecuencias trágicas" de sus actos |
Los presentadores se hicieron pasar por la reina de Inglaterra, Isabel II, y su hijo Carlos, fingiendo acentos británicos, para interesarse por el estado de salud de Middleton, que estaba siendo tratada por unas náuseas constantes debido a su embarazo.
Un portavoz de Scotland Yard indicó hoy que "los agentes han estado en contacto con las autoridades australianas" con relación a lo ocurrido.
El subcomisario de la Policía Australiana de New South Wales, Nick Kaldas, indicó al canal británico Sky News que no se les ha "notificado que se haya cometido un delito" y que, por el momento, los agentes británicos no les habían pedido nada.
Por su parte, el grupo propietario de la emisora australiana 2DayFM, Southern Cross Austereo, celebrará una reunión de emergencia de su junta directiva a raíz de lo ocurrido mientras que en el Reino Unido se abrirá una investigación forense sobre el aparente suicido de la enfermera.
El grupo Southern Cross Austereo ha suspendido toda la publicidad de esa emisora hasta mañana, lunes, mientras que los autores de la falsa llamada, Mel Greig y Michael Christian, han sido suspendidos de sus tareas de forma indefinida.
El presidente del hospital King Edward VII, donde acude habitualmente la familia real británica, Lord Glenarthur, se puso en contacto con Southern Cross Austereo para condenar una acción que tildó de "absolutamente atroz" y "extremadamente estúpida".
"Las consecuencias inmediatas de esas acciones malvadas y premeditadas fueron la humillación de dos enfermeras dedicadas que simplemente hacían su trabajo cuidando enfermos", dijo Lord Glenarthur, que agregó que "las consecuencias a largo plazo se han hecho públicas por todo el mundo y, francamente, son trágicas más allá de las palabras".
Tras conocer la noticia, el duque y la duquesa de Cambridge, William y Kate, expresaron en un comunicado su "profunda tristeza" y señalaron que en ningún momento hubo una queja por su parte al hospital con relación a lo sucedido.
La falsa llamada contestada por la fallecida se produjo el pasado 4 de diciembre y desde recepción, Saldanha la transfirió a la habitación de Kate, donde la atendió otra enfermera que comunicó a sus interlocutores que la paciente se encontraba bien.
"Ahora mismo está durmiendo y de momento ha pasado una noche sin incidentes. Le hemos dado líquidos y está estable", explicó ésta.