Tras conocerse la lista de países afectados por el programa de vigilancia de la NSA, según los documentos filtrados por Edward Snowden, las reacciones de los países latinoamericanos no se han hecho esperar y anuncian una "respuesta contundente".
Entre las distintas expresiones de descontento que este caso ha suscitado en América Latina, destaca la declaración de la ministra para el Servicio Penitenciario de Venezuela, quien dijo que "las personas que han sido víctimas del espionaje de EE.UU. deben demandar a Washington para obtener una justa indemnización". La ministra, a través de su cuenta de Twitter, animó también a sus compatriotas a "cerrar sus cuentas en Facebook" , pues de no hacerlo estarían actuando como "colaboradores gratuitos" de los abusos de EE.UU.
Chile por su parte, manifestó, a través de su canciller, que "condena cualquier forma de espionaje, con independencia de su origen, su naturaleza y sus objetivos", y además subrayó que "se seguirá trabajando en los organismos internacionales para que los Estados tengan y cumplan reglas claras, que garanticen por un lado el derecho de los ciudadanos y por otro lado que respeten la soberanía de los países".
Por otro lado, Brasil, Colombia, México, los países más afectados por el programa de espionaje a pesar de ser considerados aliados de la Casa Blanca, ya han pedido explicaciones a EE.UU. a través de la vía diplomática, sin obtener aún ningún tipo de respuesta.
El periódico brasileño 'O Globo' informó el martes que la NSA llevó a cabo actividades de espionaje considerando a Colombia, Brasil, México y Venezuela como prioridades. Pero las actividades de vigilancia también alcanzaron a Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador, según el diario.
Además, las reacciones de los ciudadanos de estos países muestran una sensación de impotencia ante un sistema contra el que poco pueden hacer si sus líderes no los apoyan. Algunos expertos, como la analista internacional Telma Luzzani, señalan que este caso es "sorprendente" ya que, a diferencia de conflictos de intereses anteriores, "los gobernantes de América Latina se han puesto por delante de sus sociedades" para exigir explicaciones y velar por la protección los derechos de sus ciudadanos.
Chile por su parte, manifestó, a través de su canciller, que "condena cualquier forma de espionaje, con independencia de su origen, su naturaleza y sus objetivos", y además subrayó que "se seguirá trabajando en los organismos internacionales para que los Estados tengan y cumplan reglas claras, que garanticen por un lado el derecho de los ciudadanos y por otro lado que respeten la soberanía de los países".
Las personas que han sido víctimas del espionaje de EE.UU. deben demandar a Washington para obtener una justa indemnización
Por otro lado, Brasil, Colombia, México, los países más afectados por el programa de espionaje a pesar de ser considerados aliados de la Casa Blanca, ya han pedido explicaciones a EE.UU. a través de la vía diplomática, sin obtener aún ningún tipo de respuesta.
El periódico brasileño 'O Globo' informó el martes que la NSA llevó a cabo actividades de espionaje considerando a Colombia, Brasil, México y Venezuela como prioridades. Pero las actividades de vigilancia también alcanzaron a Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador, según el diario.
Además, las reacciones de los ciudadanos de estos países muestran una sensación de impotencia ante un sistema contra el que poco pueden hacer si sus líderes no los apoyan. Algunos expertos, como la analista internacional Telma Luzzani, señalan que este caso es "sorprendente" ya que, a diferencia de conflictos de intereses anteriores, "los gobernantes de América Latina se han puesto por delante de sus sociedades" para exigir explicaciones y velar por la protección los derechos de sus ciudadanos.