Si hace sólo un mes le hubiera dicho a un argentino que su país estaría en la final del Mundial de Brasil, me habría respondido que me pasé de optimista o me excedí con el fernet.
Equipo
En un comienzo los argentinos se mostraron preocupados por la composición del conjunto, en el que brillaban grandes figuras individuales como Lionel Messi o Sergio Agüero, pero que podrían desequilibrar al resto del plantel, especialmente a la defensa.
Sin embargo, éste no está siendo sólo el Mundial de Messi, que ayudó a su país a clasificar a octavos con sus goles en el grupo F.
Di María le dio la victoria a Argentina frente a Suiza en octavos, Gonzalo Higuaín salvó al país contra Bélgica en cuartos y la gloria de la semifinal se han repartido entre Javier Mascherano y el arquero Sergio Romero.
Para la historia visual de los mundiales quedará la frase de "Masche" a su portero antes de los penalties: "Hoy te convertís en héroe".
Experiencia
El seleccionado argentino es el que tiene el mayor promedio de edad de los 32 que participaron en el Mundial de Brasil, con una media de 28 años y 336 días.Hugo Campagnaro, Martín Demichelis y Maximiliano Rodríguez, todos con 33 años, son los más veteranos de Argentina. El más joven es Marcos Rojo, con 24.
Lejos de convertirse en un lastre, Argentina aprovechó la madurez de sus jugadores y su experiencia en las ligas europeas para desarmar a Holanda.
"Qué partido que hicimos, qué locura, estamos en la final", escribió Messi en Instagram.
Sus rivales
Casi desde el comienzo del torneo sabían que su camino hacia la final sería menos complicado que el de Brasil, Alemania y otras selecciones favoritas.
Pudieron pasar como cabeza de grupo frente a Bosnia, Irán y Nigeria, aunque no sin dificultades.
Y Suiza y Bélgica, aunque resultaron ser rivales más complicados de lo esperado a priori, daban menos miedo a los argentinos que Francia, Alemania o la propia Holanda.
Compañerismo
Las imágenes del equipo argentino durante sus entrenamientos han estado plagadas de risas, chistes entre los jugadores y camaradería, algo que se trasladó al terreno de juego.Las "bromas" de Ezequiel Lavezzi al técnico Alejandro Sabella -primero lanzándole agua durante un partido, después imitando su caída en el entrenamiento, para mofa del resto del plantel-, dieron la imagen de una banda de amigos que además, supo plasmar esa complicidad a la cancha.
"Daremos todo, como siempre, con humildad, trabajo y la entrega 100 por ciento"
Alejandro Sabella
Para muestra, el himno de "Brasil, decime qué se siente...", repetido hasta la saciedad.
Ahora Argentina y sus seguidores están más cerca que nunca de cumplir un sueño que no llega desde 1986.
"Daremos todo, como siempre, con humildad, trabajo y la entrega 100 por ciento", dijo el director técnico al finalizar el partido contra Holanda