domingo, febrero 26, 2012

El Gobierno afgano exige que se castigue a los autores de la quema de los coranes

Funcionarios afganos citados por la británica BBC aseguran que un oficial de inteligencia de la policía afgana es el principal sospechoso.

El Gobierno afgano ha pedido oficialmente a la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF) que los soldados estadounidenses que quemaron los coranes el lunes sean castigados. Así lo ha asegurado el presidente afgano, Hamid Karzai, en una comparecencia pública en Kabul ante los medios de comunicación.


Sin embargo, el dirigente afgano ha declinado detallar qué tipo de castigo los militares norteamericanos deberían tener. Cuando un periodista le ha inquirido sobre eso, el presidente afgano ha contestado con una evasiva. Esta semana algunos diputados afganos pidieron que los soldados fueran entregados a un tribunal islámico para que los juzgara. Según Karzai, la destrucción del material religioso el lunes en la base de Bagram fue "una estupidez" por parte de las tropas estadounidenses.

El presidente afgano también ha hecho referencia en su comparecencia a la muerte ayer de dos asesores estadounidenses en las dependencias del Ministerio del Interior en Kabul. Ha afirmado que no está claro que el agresor fuera "extranjero o afgano", abriendo una incógnita sobre la identidad de la persona que disparó. Los talibán reivindicaron el ataque ayer y aseguraron que uno de sus correligionarios consiguió entrar en el ministerio porque contaba con un cómplice dentro.

Sin embargo, ayer también corrieron rumores de que la persona que abrió fuego era extranjera. Sea como sea, hoy el ministro de Defensa afgano, Rahim Wardak, ha llamado a su homólogo estadounidense, Leon Panetta, para disculparse por lo ocurrido.
Este domingo, funcionarios afganos citados por la cadena británica BBC aseguraban que un oficial de inteligencia de la policía afgana está siendo buscado por el asesinato, Abdul Saboor, de la provincia de Parwan.

A raíz del incidente, la OTAN decretó ayer la retirada "temporal" de todo su personal asesor de los ministerios afganos. Hoy ninguno de ellos ha ido a trabajar. La OTAN no ha especificado cuántos asesores tiene, pero se cuentan por decenas. De la misma manera, el Reino Unido ha retirado a su personal de las instituciones gubernamentales afganas por temor a un ataque. Esta semana los talibán hicieron un llamamiento a la población afgana, y en concreto a las fuerzas de seguridad, para que maten "occidentales" para así vengar la quema de los coranes.

Karzai ha afirmado que 28 personas se han convertido en 'mártires' y más de cien han resultado heridas en disturbios en Afganistán, desde que el martes se iniciaron las manifestaciones de protesta por la profanación del material religioso. Las Naciones Unidas también decidirá hoy qué hace con su personal extranjero en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, después de que ayer su sede fuera atacada por una turba de gente enfurecida por la quema de los coranes. De momento los trabajadores se encuentran refugiados en una base militar de las tropas alemanas en esa provincia.