Mantuvo en vilo a millones de espectadores alrededor del mundo que lo veían subir y subir hasta llegar a la estratósfera, desde donde se arrojó en caída libre hacia la Tierra y logró su cometido: vencer la barrera del sonido. En el día después de su gran hazaña, el austríaco Felix Baumgartner descansa en Estados Unidos, donde se quedará unos días más para participar como invitado en varios programas televisivos.
Hoy se difundió además un video con imágenes registradas por una cámara que llevaba Baumgartner en su traje presurizado, lo que brinda una visión subjetiva del salto dado desde 39.045 metros de altura. Detrás del casco que cubre su cabeza, la tierra va acercándose, primero despacio, después cada vez más rápido. El deportista extremo alcanzó una velocidad máxima de 1.342,74 km/h, según confirmó la Federación Aeronáutica Internacional (FAI), y rompió así la barrera del sonido (estimada en 1.100 km/h).
Maravillado ante el espectáculo que lo rodeaba, Baumgartner dijo ayer antes de lanzarse: “Sé que el mundo entero está siguiendo esto ahora y desearía que pudieran ver lo que yo veo. A veces tienes que estar bien arriba para darte cuenta de lo pequeño que eres”.
Fueron poco más de 4 minutos de caída libre, tras lo cual el austríaco abrió su paracaídas y continuó cayendo suavemente hasta tocar tierra en una zona desértica de Nuevo México, en el sur de los Estados Unidos. Aterrizó como lo haría cualquier paracaidista en un salto normal. Tras dar unos pasos, se le acercó un grupo de asistentes que lo seguían en varios helicópteros. En ese momento se arrodilló y festejó la hazaña.
Baumgartner se quedará unos días más en Estados Unidos para asistir a varios programas televisivos, según confirmó hoy Roland Bogensperger, vocero de su equipo, que no supo decir cómo siguió el día del austríaco tras el salto de ayer y la conferencia de prensa. “Estoy seguro de que habrán brindado por él”, arriesgó.
