jueves, octubre 04, 2012

La estrella más cercana al gran agujero negro de la Vía Láctea

Tarda solo 11,5 años en completar su órbita alrededor de Sagitario A y puede ayudar a conocer cómo opera la gravedad en entornos extremos.

En el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, se encuentra un gigantesco agujero negro cuya masa es cuatro millones de veces la del Sol. Allí, en el reino de este coloso, llamado Sagitario A, existen numerosas estrellas. Tantas que los astrónomos calculan que por lo menos una se precipita en el pozo cósmico cada 100.000 años. Ahora, un equipo internacional de investigadores en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto la estrella más próxima al agujero. Está tan cerca que tarda solo 11,5 años en completar su órbita alrededor del mismo.

Los telescopios del observatorio W.M. Keck en Hawai observan el centro de la galaxia

La nueva estrella, denominada S0-102, ha arrebatado el récord de cercanía a la única que se conocía en ese particular vecindario, la S0-2, que tarda en completar una órbita 16,2 años. «Gracias a este nuevo hallazgo, no solo conocemos dos estrellas con órbitas muy próximas a Sagitario A, sino que además podremos comprobar la teoría de la Relatividad General bajo condiciones de gravedad extremas», asegura Rainer Schödel, investigador en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC) y que ha participado en el estudio que publica la revista «Science». Miles de estrellas orbitan el agujero negro y la mayoría tienen órbitas de 60 años o más.

La detección de la estrella ha sido posible gracias a un archivo de imágenes de alta resolución obtenidas por el observatorio W. M. Keck en el volcán Mauna Kea en Hawai a lo largo de los últimos 17 años y a un nuevo método de análisis de imagen desarrollado por Schödel que permite detectar estrellas que antes resultaban demasiado débiles y pasaban inadvertidas. 

La Relatividad General sugiere que la geometría del espacio-tiempo no es rígida, sino que se «curva» ante la presencia de materia. Esta curvatura es la causante de los efectos gravitatorios que rigen el movimiento de los cuerpos, tanto el de los planetas alrededor del Sol como el de los cúmulos de galaxias. Los astrónomos consideran que los agujeros negros supermasivos constituyen un entorno idóneo para verificar este efecto.

 

 

Atracción gravitatoria


Los agujeros negros tienen una densidad tan alta que nada puede escapar de su atracción gravitatoria, ni siquiera la luz. No pueden ser vistos directamente, pero su influencia en las estrellas cercanas supone su firma. Las estrellas S0-2 y S0-102 dibujan órbitas elípticas alrededor de Sagitario A, de modo que cada cierto tiempo se hallan excepcionalmente próximas al agujero negro (S0-2, que es 15 veces más brillante que S0-102, pasará a través de su aproximación más cercana al agujero negro en 2018). Entonces, su movimiento se ve afectado por la intensa curvatura del espacio-tiempo producida por Sagitario A, lo que causa, entre otros efectos, que su órbita no termine por cerrarse, sino que trace una elipse abierta.

Medir con precisión los efectos de la gravedad con una sola estrella no era posible, pero este nuevo tango entre dos ayudará a conocerlos. «Hoy en día, Einstein está en cada iPhone, ya que el sistema GPS no funcionaría sin su teoría -explica Leo Meyer, autor principal del estudio-; lo que queremos saber es, ¿su teléfono también funcionaría tan cerca de un agujero negro? La estrella recién descubierta nos pone en condiciones de responder a esta pregunta en el futuro».