Hasta el momento los investigadores han logrado la reproducción a través de células madre. El problema de este método era que las células procreadas no tenían la suficiente madurez para poder hacer investigaciones en materia medicinal y trasplante de órganos.
En el nuevo sistema los científicos canadienses con ayuda de fibras de seda crearon el ámbito de cultivo de las células del corazón. En esta vía las células empiezan a procrearse sobre la fibra hasta crear un tejido muscular. En el siguiente paso, para darle un comportamiento como el corazón, los investigadores suministrando entre 180 y 360 pulsaciones eléctricas por minuto consiguen estimular las células.
Este logro puede revolucionar por completo los hilos de sutura en los trasplantes de corazón.
Los científicos consiguieron crear por primera vez un tejido vivo usando células madres de ratones en el año 2006.