En reacción al “estado de
guerra” declarado por Pyongyang contra Corea del Sur, la comunidad
internacional exige el sábado a Corea del Norte contención para evitar
una escalada de violencia.
La Unión Europea (UE) transmitió su esperanza de restaurar la calma para evitar cualquier error de cálculo.
El embajador para misiones especiales del ministerio ruso de Asuntos Exteriores, Grigori Lógvinov, aseguró que todas las partes actuarán con la máxima responsabilidad y que nadie cruzará el “punto de no retorno”.
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, reaccionó más fuerte, advirtiendo a Pyongyang de “no jugar con fuego”, mientras la corona británica advirtió de que las amenazas del Corea del Norte únicamente agudizarán el aislamiento de este país asiático.
Expresando preocupación, el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, urgió a Pyongyang a evitar “toda nueva provocación” y retomar rápidamente el camino del diálogo.
Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores de Australia, Bob Carr, también preocupado por este nuevo desafío, sostuvo que los informes emitidos por la legacía australiana en Seúl aseguran que no hay evidencia inmediata del aumento de los preparativos militares norcoreanos.
Por su parte, los países latinoamericanos, llamaron a la calma y paz en la península coreana.
El presidente Interino de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió “menguar las declaraciones y acciones militaristas, que podrían llevar a ambas naciones a un nuevo conflicto bélico”, mientras que el Gobierno chileno llamó a Corea del Norte a la moderación y al diálogo. Perú y El Salvador insistieron en una solución pacífica.
El mismo día, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, convocó a las partes a cooperar para imprimir cambios en esta península.
La península coreana es escenario de una rápida escalada de tensiones desde que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó una resolución y nuevas sanciones contra el Gobierno de Pyongyang en represalia por el ensayo nuclear del pasado 12 de febrero. Sin embargo, Washington desempeña un papel crucial en el agravamiento de la crisis entre las dos Coreas.