Corea del Norte intenta preparar su fuerza nuclear para una guerra a gran escala contra Estados Unidos, al que responsabilizó por la exacerbada tensión en la península coreana.
El presidente de la Asamblea Popular Suprema, Kim Yong-nam, afirmó que Pyongyang expandirá cuantitativa y cualitativamente su fuerza nuclear, que describió como el “tesoro de la Corea unida”.
La declaración se hizo este domingo durante un evento conmemorativo en la capital norcoreana, la víspera del 101º aniversario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung.
El funcionario agregó que las “invencibles fuerzas de defensa” del país, incluidas las “fuerzas nucleares disuasorias”, desencadenarán una “lucha total contra EE.UU., actuando conforme al escenario de tiempo de guerra”.
Estos comentarios evidencian el rechazo a la propuesta de Corea del Sur de resolver la tensión mediante el diálogo, una iniciativa que el Norte tachó de “táctica astuta para ocultar la política de confrontación del Sur”.
Las tensiones se agravaron en la región en las últimas semanas, luego que EE.UU. y Corea del Sur lanzaran una serie de maniobras militares conjuntas con la participación de bombarderos B-2 y B-52, capaces de desplegar armas tanto convencionales como nucleares.
En respuesta Pyongyang amenazó con ataques nucleares contra ambas naciones así como contra Japón, aliado de EE.UU.
La declaración se hizo este domingo durante un evento conmemorativo en la capital norcoreana, la víspera del 101º aniversario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung.
El funcionario agregó que las “invencibles fuerzas de defensa” del país, incluidas las “fuerzas nucleares disuasorias”, desencadenarán una “lucha total contra EE.UU., actuando conforme al escenario de tiempo de guerra”.
Estos comentarios evidencian el rechazo a la propuesta de Corea del Sur de resolver la tensión mediante el diálogo, una iniciativa que el Norte tachó de “táctica astuta para ocultar la política de confrontación del Sur”.
Las tensiones se agravaron en la región en las últimas semanas, luego que EE.UU. y Corea del Sur lanzaran una serie de maniobras militares conjuntas con la participación de bombarderos B-2 y B-52, capaces de desplegar armas tanto convencionales como nucleares.
En respuesta Pyongyang amenazó con ataques nucleares contra ambas naciones así como contra Japón, aliado de EE.UU.