Una impresora 3D, desarrollada por un grupo de científicos en el Reino Unido, crea materiales con propiedades similares a las de los tejidos humanos.
Este nuevo tipo de material está compuesto por miles de gotas de agua conectadas y encapsuladas dentro de películas de lípidos y pueden llevar a cabo algunas de las funciones de las células dentro de nuestro cuerpo, explica un artículo publicado en la revista 'Science'.
Según los investigadores, esta estructura podría potencialmente reemplazar o interactuar con los tejidos humanos dañados. Estas ‘redes de gotas’ son totalmente sintéticas, no cuentan con genoma y no se replican. Por lo tanto presentan ventajas que otros tejidos artificiales, como por ejemplo los que utilizan células madre, no tienen. Además, son capaces de imitar los nervios y transmitir señales eléctricas.
"No estamos tratando de hacer que los materiales se asemejen fielmente a los tejidos, sino más bien estructuras que pueden llevar a cabo las funciones de los tejidos", puntualizó el profesor Hagan Bayley, del Departamento de Química de Oxford (Reino Unido), responsable de la investigación.
Bayley subrayó que ya han demostrado que es posible crear redes de decenas de miles de gotas conectadas. Cada gota mide unos 50 micrómetros de diámetro, es decir, cinco veces más que las células vivas. No obstante, los científicos no descartan poder reducir su tamaño en un futuro próximo.
Dado que las impresoras 3D convencionales no pueden construir estas redes de gotas, el equipo detrás de esta investigación tuvo que diseñar uno a medida.
"En este momento hemos creado redes de hasta 35.000 gotas, en realidad el tamaño de la red que podemos hacer está solo limitado por el tiempo y el dinero", dijo el experto y autor principal del artículo publicado en ‘Science’.
Según los investigadores, esta estructura podría potencialmente reemplazar o interactuar con los tejidos humanos dañados. Estas ‘redes de gotas’ son totalmente sintéticas, no cuentan con genoma y no se replican. Por lo tanto presentan ventajas que otros tejidos artificiales, como por ejemplo los que utilizan células madre, no tienen. Además, son capaces de imitar los nervios y transmitir señales eléctricas.
"No estamos tratando de hacer que los materiales se asemejen fielmente a los tejidos, sino más bien estructuras que pueden llevar a cabo las funciones de los tejidos", puntualizó el profesor Hagan Bayley, del Departamento de Química de Oxford (Reino Unido), responsable de la investigación.
Bayley subrayó que ya han demostrado que es posible crear redes de decenas de miles de gotas conectadas. Cada gota mide unos 50 micrómetros de diámetro, es decir, cinco veces más que las células vivas. No obstante, los científicos no descartan poder reducir su tamaño en un futuro próximo.
Dado que las impresoras 3D convencionales no pueden construir estas redes de gotas, el equipo detrás de esta investigación tuvo que diseñar uno a medida.
"En este momento hemos creado redes de hasta 35.000 gotas, en realidad el tamaño de la red que podemos hacer está solo limitado por el tiempo y el dinero", dijo el experto y autor principal del artículo publicado en ‘Science’.