La División de Bioefectos de la Fuerza Aérea anunció recientemente que
planea estudiar qué cambios provoca la radiación de las armas de
energía no letales en el cuerpo a nivel molecular.
En ese sentido, se realizarán "estudios de proteómica, genómica y metabolómica que identificarán importantes cambios bioquímicos o moleculares tras el uso de las armas de energía dirigida antes o durante operaciones" estratégicas. Los especialistas observarán cómo las explosiones concentradas de ondas de radio y microondas de alta potencia actúan sobre proteínas, ADN y metabolitos humanos.
Según la Fuerza Aérea de EE.UU., los posibles descubrimientos de nuevos efectos biológicos en el cuerpo humano podrían tener tanto un uso defensivo como ofensivo y conllevar "el desarrollo y la implementación de futuras armas de energía". Asimismo, los estadounidenses advierten que en caso de que otro país desarrollase dichas armas y las aplicase contra su Ejército, los datos revelados al respecto por la Fuerza Aérea permitirán saber qué tipo de efectos inusuales podrían afrontar sus tropas.
El Ejército estadounidense ya dispone de armas de este tipo denominadas Active Denial System (Sistema de Rechazo Activo), que emiten ondas electromagnéticas con una frecuencia de 95 GHz. En contacto con moléculas de agua en la piel, la energía de las ondas se transforma en calor elevando su temperatura hasta cerca de 55 grados Celsius y provocando una dolorosa sensación de ardor.
Se espera que la investigación se prolongue durante siete años. La firma del contrato por valor de 49 millones de dólares para realizar los estudios, pruebas de laboratorio y experimentos de campo está prevista para el próximo septiembre.
En ese sentido, se realizarán "estudios de proteómica, genómica y metabolómica que identificarán importantes cambios bioquímicos o moleculares tras el uso de las armas de energía dirigida antes o durante operaciones" estratégicas. Los especialistas observarán cómo las explosiones concentradas de ondas de radio y microondas de alta potencia actúan sobre proteínas, ADN y metabolitos humanos.
Según la Fuerza Aérea de EE.UU., los posibles descubrimientos de nuevos efectos biológicos en el cuerpo humano podrían tener tanto un uso defensivo como ofensivo y conllevar "el desarrollo y la implementación de futuras armas de energía". Asimismo, los estadounidenses advierten que en caso de que otro país desarrollase dichas armas y las aplicase contra su Ejército, los datos revelados al respecto por la Fuerza Aérea permitirán saber qué tipo de efectos inusuales podrían afrontar sus tropas.
El Ejército estadounidense ya dispone de armas de este tipo denominadas Active Denial System (Sistema de Rechazo Activo), que emiten ondas electromagnéticas con una frecuencia de 95 GHz. En contacto con moléculas de agua en la piel, la energía de las ondas se transforma en calor elevando su temperatura hasta cerca de 55 grados Celsius y provocando una dolorosa sensación de ardor.
Se espera que la investigación se prolongue durante siete años. La firma del contrato por valor de 49 millones de dólares para realizar los estudios, pruebas de laboratorio y experimentos de campo está prevista para el próximo septiembre.