La fórmula, creada por Rob Rhinehart, se llama ‘Soylent’. Contiene todos los componentes nutritivos
necesarios para el organismo humano, pero sólo con un tercio de
calorías, según su autor. Además, no tiene toxinas ni componentes
cancerígenos, y es más barato que los alimentos disponibles en los
supermercados o restaurantes.
“No tener que preocuparse por comer es fantástico. Ni verduras, ni platos, ni decidir qué comer, ni conversaciones interminables sopesando los méritos relativos de la comida sin gluten o cetona, o la realidad de ser vegano”, cuenta Rob a la revista ´Vice´, explicando que Soylent le permite ahorrar tiempo y “cientos de dólares al mes”.
Además –asegura Rob– el producto tiene un sabor muy bueno, del que no se ha cansado en las seis semanas que lleva tomándolo. “Para mí, comer es una actividad de ocio, como ir al cine, lo que pasa es que no quiero ir al cine tres veces al día”, confiesa.
Sin embrago, el batido tiene también algunas desventajas. No se conserva durante mucho tiempo una vez preparado y es fácil equivocarse con las proporciones, aunque, según su autor, "hace tiempo" que esto no le pasa.
“Creo que es posible utilizar la tecnología para hacer que la comida sana sea barata y fácil, pero tendremos que dejar de lado muchas cosas tradicionales, como la fruta fresca y la verdura”, afirma Rob.
Asimismo, asegura que su novedosa tecnología podría contribuir al desarrollo de otras naciones. “A gran escala, sería muy barato alimentar hasta a los individuos más pobres”, concluye el autor del batido.
La receta completa de la bebida está publicada en la página web de Rob Rhinehart, en la que el autor también insta "a los valientes" que vayan a seguir su ejemplo a tener mucho cuidado, ya que no se trata de hacer “un pastel”.
“No tener que preocuparse por comer es fantástico. Ni verduras, ni platos, ni decidir qué comer, ni conversaciones interminables sopesando los méritos relativos de la comida sin gluten o cetona, o la realidad de ser vegano”, cuenta Rob a la revista ´Vice´, explicando que Soylent le permite ahorrar tiempo y “cientos de dólares al mes”.
Además –asegura Rob– el producto tiene un sabor muy bueno, del que no se ha cansado en las seis semanas que lleva tomándolo. “Para mí, comer es una actividad de ocio, como ir al cine, lo que pasa es que no quiero ir al cine tres veces al día”, confiesa.
Sin embrago, el batido tiene también algunas desventajas. No se conserva durante mucho tiempo una vez preparado y es fácil equivocarse con las proporciones, aunque, según su autor, "hace tiempo" que esto no le pasa.
“Creo que es posible utilizar la tecnología para hacer que la comida sana sea barata y fácil, pero tendremos que dejar de lado muchas cosas tradicionales, como la fruta fresca y la verdura”, afirma Rob.
No tener que preocuparse por comer es fantástico"
Asimismo, asegura que su novedosa tecnología podría contribuir al desarrollo de otras naciones. “A gran escala, sería muy barato alimentar hasta a los individuos más pobres”, concluye el autor del batido.
La receta completa de la bebida está publicada en la página web de Rob Rhinehart, en la que el autor también insta "a los valientes" que vayan a seguir su ejemplo a tener mucho cuidado, ya que no se trata de hacer “un pastel”.
