En un futuro próximo gracias a un equipo de la Universidad de West England, Bristol, y con ayuda de Bill Gates, cofundador de Microsoft, podrá ser posible alimentar un teléfono celular solo con orinar. Y no solo esto…
Si bien puede parecer una tontería hablar del uso de excrementos humanos como fuente de energía, la Fundación Gates dice que la nueva tecnología ayudará a mejorar el saneamiento, mientras que proporciona otros beneficios a las comunidades que las usen. La Fundación Bill y Melinda Gates (B&MGF o Fundación Gates) anunció una nueva serie de subvenciones a los equipos científicos que se centren en mejorar el saneamiento como parte de su iniciativa 'Grand Challenges Explorations', según informa la página oficial de la fundación.
En total, la fundación se dedica a once proyectos diferentes, pero las investigaciones de los científicos de la Universidad de Bristol que permitirán recargar las baterías de los móviles con la orina es lo que más entusiasma a Gates. Los científicos aseguran haber usado celdas de combustible biológicas que convierten los desechos en electricidad y el empresario prevé que en el futuro la electricidad generada de esta manera pueda ser usada no solo para móviles, sino para recargar diferentes tipos de máquinas, incluso en la esfera de la agricultura.
"Hoy en día 2.500 millones de personas practican la defecación al aire libre o carecen de instalaciones sanitarias adecuadas, así que siempre estamos buscando nuevas formas de asegurar que menos basura humana termine en el medio ambiente", dice Brian Arbogast, director del programa 'Agua, Saneamiento e Higiene' de la Fundación Gates.
"Las innovaciones no tienen que ser complicadas o costosas para ser impactantes y por eso estamos tan entusiasmados con la gama de enfoques que estos proyectos representan", recalca Arbogast.
Entre otros proyectos financiados por la fundación Gates destaca el del Instituto de Tecnología de California, con su idea de un baño a partir de energía solar que genera hidrógeno y electricidad; el de la Universidad de Toronto (Canadá) de un inodoro que desinfecta las heces y la orina, y recupera los recursos y el agua potable; o el de la Universidad británica Loughborough que desarrolla un baño que produce carbón vegetal biológico, minerales y agua limpia y cristalina, entre otros.
En total, la fundación se dedica a once proyectos diferentes, pero las investigaciones de los científicos de la Universidad de Bristol que permitirán recargar las baterías de los móviles con la orina es lo que más entusiasma a Gates. Los científicos aseguran haber usado celdas de combustible biológicas que convierten los desechos en electricidad y el empresario prevé que en el futuro la electricidad generada de esta manera pueda ser usada no solo para móviles, sino para recargar diferentes tipos de máquinas, incluso en la esfera de la agricultura.
"Hoy en día 2.500 millones de personas practican la defecación al aire libre o carecen de instalaciones sanitarias adecuadas, así que siempre estamos buscando nuevas formas de asegurar que menos basura humana termine en el medio ambiente", dice Brian Arbogast, director del programa 'Agua, Saneamiento e Higiene' de la Fundación Gates.
"Las innovaciones no tienen que ser complicadas o costosas para ser impactantes y por eso estamos tan entusiasmados con la gama de enfoques que estos proyectos representan", recalca Arbogast.
Entre otros proyectos financiados por la fundación Gates destaca el del Instituto de Tecnología de California, con su idea de un baño a partir de energía solar que genera hidrógeno y electricidad; el de la Universidad de Toronto (Canadá) de un inodoro que desinfecta las heces y la orina, y recupera los recursos y el agua potable; o el de la Universidad británica Loughborough que desarrolla un baño que produce carbón vegetal biológico, minerales y agua limpia y cristalina, entre otros.
Crean un proyecto de calzado que podrá autorrepararse
Calzado hecho con tejidos biológicos que pueda repararse por su cuenta y estar siembre como nuevo: es el proyecto de la diseñadora e investigadora Shamees Aden.
La idea de Aden es crear un nuevo tipo de calzado de tejidos biológicos de protocélulas, o células sin núcleo definido. Estas células no están vivas técnicamente, pero se comportan como si lo estuvieran. "Es una forma de biología sintética que borra la frontera entre lo vivo y lo no vivo", comenta Aden.
Junto a Martin Hanczyc, de la Universidad del sur de Dinamarca (Odense), Aden creó un prototipo de calzado deportivo con impresora 3D y a partir de tejido orgánico que consiste de estas células.
El prototipo se comporta como una segunda piel. "Las células del tejido son capaces de inflarse y desinflarse para responder a la presión del pie", explica la diseñadora. Además, tiene la capacidad de regenerarse, y al ser usado puede volver a estar como nuevo.
La capacidad de autorrepararse no significa que uno pueda dejar de preocuparse por los zapatos para siempre; de hecho, el prototipo creado por Aden necesita ser conservado en un líquido protector y ser bien cuidado. "Habría que cuidar las zapatillas como una planta para asegrar que tenga todos los elementos necesarios para que se rejuvenezcan las células".
Por el momento es solo un experimento, pero los investigadores creen que se podría comercializar calzado de este tipo cerca del año 2050.
Junto a Martin Hanczyc, de la Universidad del sur de Dinamarca (Odense), Aden creó un prototipo de calzado deportivo con impresora 3D y a partir de tejido orgánico que consiste de estas células.
El prototipo se comporta como una segunda piel. "Las células del tejido son capaces de inflarse y desinflarse para responder a la presión del pie", explica la diseñadora. Además, tiene la capacidad de regenerarse, y al ser usado puede volver a estar como nuevo.
La capacidad de autorrepararse no significa que uno pueda dejar de preocuparse por los zapatos para siempre; de hecho, el prototipo creado por Aden necesita ser conservado en un líquido protector y ser bien cuidado. "Habría que cuidar las zapatillas como una planta para asegrar que tenga todos los elementos necesarios para que se rejuvenezcan las células".
Por el momento es solo un experimento, pero los investigadores creen que se podría comercializar calzado de este tipo cerca del año 2050.