Google prevé que dentro de cinco años las personas tendrán micrófonos conectados a los techos de las habitaciones de su casa y microchips integrados en el cerebro, con lo que la búsqueda de información en internet será más rápida.
"La informática se ha vuelto tan barata que es inevitable que haya dispositivos conectados a nuestro alrededor", dijo el director de ingeniería de Google, Scott Huffman, en una entrevista con el diario británico 'The Independent'.
Huffman prevé un mundo en el que los micrófonos de Google, incrustados en el techo, escuchen nuestras conversaciones y ofrezcan respuestas verbales a cualquier consulta que se plantee.
Según el director de ingeniería del gigante de internet, estos micrófonos eliminarán la necesidad de "sacar el teléfono para recordar a qué hora sale el vuelo de mañana para no perder el avión (…). Además, podrá pedir a su 'asistente' colgado en el techo de la sala que reproduzca en el televisor su video favorito o los momentos más destacados del partido de fútbol de ayer".
"Al igual que un buen asistente personal, este aparato le proporcionará la información que desee. Podría preguntarle por un restaurante para almorzar donde sirvan comida francesa y no sea demasiado caro, y este aparato le dará la mejor opción", explicó Huffman, quien añadió que "dentro de cinco años Google le responderá del mismo modo que una persona".
A la pregunta de si un sistema de este tipo podría ser vulnerable a las escuchas de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU., el especialista respondió que "la gente debe confiar en que salvaguardaremos su información" porque "nos tomamos la privacidad y la seguridad muy en serio".
Sin embargo, el gigante de internet ha sido acusado de conceder a los servicios de espionaje estadounidenses acceso a los datos de millones de usuarios.
Representantes del motor de búsqueda ya habían informado de la realización de pruebas con personas discapacitadas para controlar la silla de ruedas con la mente gracias a la implantación de microchips en el cerebro.
Google "puede satisfacer las necesidades de información de las personas enviando los resultados directamente a los microchips implantados en el cerebro del usuario", indicó por su parte Huffman.
Sin embargo, estas ideas tecnológicas han sido vistas por varias organizaciones civiles como "iniciativas terroríficas", ya que solo se promueve en conveniencia de Google, que colabora con la NSA, y no garantiza la protección de la intimidad del usuario.
Huffman prevé un mundo en el que los micrófonos de Google, incrustados en el techo, escuchen nuestras conversaciones y ofrezcan respuestas verbales a cualquier consulta que se plantee.
Según el director de ingeniería del gigante de internet, estos micrófonos eliminarán la necesidad de "sacar el teléfono para recordar a qué hora sale el vuelo de mañana para no perder el avión (…). Además, podrá pedir a su 'asistente' colgado en el techo de la sala que reproduzca en el televisor su video favorito o los momentos más destacados del partido de fútbol de ayer".
"Al igual que un buen asistente personal, este aparato le proporcionará la información que desee. Podría preguntarle por un restaurante para almorzar donde sirvan comida francesa y no sea demasiado caro, y este aparato le dará la mejor opción", explicó Huffman, quien añadió que "dentro de cinco años Google le responderá del mismo modo que una persona".
A la pregunta de si un sistema de este tipo podría ser vulnerable a las escuchas de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU., el especialista respondió que "la gente debe confiar en que salvaguardaremos su información" porque "nos tomamos la privacidad y la seguridad muy en serio".
Sin embargo, el gigante de internet ha sido acusado de conceder a los servicios de espionaje estadounidenses acceso a los datos de millones de usuarios.
Representantes del motor de búsqueda ya habían informado de la realización de pruebas con personas discapacitadas para controlar la silla de ruedas con la mente gracias a la implantación de microchips en el cerebro.
Google "puede satisfacer las necesidades de información de las personas enviando los resultados directamente a los microchips implantados en el cerebro del usuario", indicó por su parte Huffman.
Sin embargo, estas ideas tecnológicas han sido vistas por varias organizaciones civiles como "iniciativas terroríficas", ya que solo se promueve en conveniencia de Google, que colabora con la NSA, y no garantiza la protección de la intimidad del usuario.