Para este proyecto, tres estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) utilizaron una impresora 3D modificada a través de la cual han logrado producir helados en forma de estrella totalmente comestibles.
El aparato puede imprimir helados de distintas formas, pero deben ser colocados en la nevera, para que no se derritan, inmediatamente después de ser imprimidos.
Según los inventores, que dedicaron un semestre entero a este proyecto, su intención es hacer que la ciencia sea atractiva para los niños y que “la sociedad pueda ampliar aún más los límites de lo posible”.
Las impresoras 3D están cambiando los estándares de fabricación y están revolucionando el mundo. En sus inicios se usaron para fabricar pequeños objetos como juguetes, piezas de repuesto o textos en 3D, pero ahora mismo se puede crear desde ropa hasta armas pasando por muebles, prótesis y comida.