Los mayas pertenecían a una cultura asombrosa y grandiosa que, en la actualidad, sigue generando misterios desde cualquier enfoque que la estudiemos. Ésta era una cultura sumamente solar, obsesionada con la medición del tiempo, el manejo de los ciclos circulares y la adoración eterna con las Pléyades, estrellas mágicas de poderosa iluminación.
Más allá de discursos apocalípticos y del “marketing” del 2012 signado por el eslogan del “fin del mundo” –que sólo sirve para sembrar miedo-, este año será necesario ser preventivos y tomar conciencia, cada uno desde el lugar que le corresponde. Lo trágico y el pánico que generan este tipo de predicciones son negativos y más que desalentadoras, por eso debemos tener en claro cuál es el mensaje verdadero, positivo y alentador que quisieron transmitir los mayas: no importaba si tenemos los pies embarrados mientras podamos mirar hacia el cielo.
Según ellos, se trata de un cambio de ciclo importante para los seres humanos y para nuestro planeta en general. El mundo no terminará, sino que se espera un nuevo comienzo en todos los niveles: socioeconómicos, educativos, culturales y, obviamente, un cambio de “chip” de nuestro pensamiento lineal. Es un cambio histórico, universal y de efectos macro y microcósmicos. Asimismo, se esperan cambios climáticos y movimientos telúricos, porque tienen que suceder geológicamente hablando. Esto es algo cíclico y no va a detenerse. Es el fin de una etapa del mundo llena de oscuridad, materialismo y capitalismo desmedidos, y no es que sucederá solo en el 2012, sino que ya viene sucediendo hace décadas. Recuerden que la transición de una Era a otra no es de un día para el otro, sino de muchos años.
La naturaleza está cambiando porque nosotros vamos cambiando. Los arquetipos colectivos también están en ese proceso. Por lo cual, se está empezando a dar un nuevo grupo energético mundial en el cual van a poder insertarse todos aquellos que tengan una nueva mente y una nueva forma de hacer y ver las cosas. Si bien estamos hablando de una minoría, es importante que ya haya empezado a construirse este grupo energético, que lo llamamos grupo del Camino Blanco.
Lo que primero que los seres humanos debemos entender es que nada será igual que antes. Digamos que las fórmulas que empleábamos –cualquiera sea la dimensión que abarcaran- están caducando. Existe un cambio de paradigma interno que será el pasaporte al nuevo despertar espiritual. Es el momento en el cual debemos tomar la decisión de generar conciencia en cada acto que cumplamos y no solo eso, sino también de estar abiertos y receptivos a recibir una reprogramación y re-educación de nuestras mentes.
Este será un año muy duro para todos pero, al mismo tiempo, transformador y de gran aprendizaje. Como ya no hay tiempo ni energía para perder, los acontecimientos y sentimientos serán de lo más variados, intensos y purificadores.
El 2012 será un año de “ruptura” y de reconstrucción álmica. Nuestras estructuras física, emocional, mental y espiritual serán tambaleadas, retadas a duelo, porque todo lo que creíamos que era real colapsará. Habrá cambios en la alimentación, en los síntomas en nuestros cuerpos, en las amistades que irán mutando y las relaciones afectivas se irán transformando para poder alcanzar una gran comunión espiritual, y aquel que no esté preparado sufrirá aún más energéticamente las consecuencias.
Nuestros cuerpos sutiles están haciendo un gran trabajo de limpieza, regeneración y armonización para no quedar atrapados en vibraciones negativas y poco luminosas para estos tiempos. Habrá que soltar y no sentirse a disgusto, no intentar programar el tiempo ni a largo plazo porque la consigna será del no-tiempo.
El hombre poco a poco se da cuenta que debe realizar cambios debido a la gran contaminación planetaria en todos sus campos. Los mayas anunciaron el fin de los tiempos con respecto a la linealidad que conocemos, para el 21/12/2012. Obviamente, eso se refiere a un gran cambio de ciclo universal que no sucede hace 26.000 años, tiempo maya en su mayor exponente.
Este año es un momento de aprendizaje para todo el mundo, en alta escala y de largo alcance. Se espera que los seres humanos tomemos conciencia de una vez por todas para que podamos despertar de este largo ensueño que ha durado miles de años. De esa forma asumiremos la responsabilidad de cada acto que realicemos.
