Prevenir la transmisión del VIH a
través de un gel microbicida es una de las esperanzas para disminuir la
infección del VIH, especialmente en los países con menos recursos. Se
calcula que se existiera un gel que usara al menos un 30% de las mujeres
y que tuviera una eficacia similar, se podrían evitar hasta 3,7 millones de infecciones en el mundo.
Eso es lo que se parece perseguir el nuevo microbicida presentado hoy
en Madrid por un equipo del hospital Gregorio Marañón y de la
Universidad de Alcalá de Henares que, a pesar de encontrarse en fase preclínica, parece haber demostrado una eficacia del 90%.
Aunque
pronto, reconoció la inmunóloga del hospital madrileño Mª Ángeles
Muñoz, estos resultados, recientemente publicados en la revista Journal of Controlled Release
y aceptados en otras dos prestigiosas publicaciones, parecen ser
«especialmente esperanzadores», a pesar de haber superado solamente la
fase in vitro.
El nuevo gel -el primero de estas
características desarrollado en España- tendría el potencial de prevenir
la infección por el VIH durante el acto sexual
con una efectividad del 90%. Además, según explicó la investigadora,
cuando se ha combinado con otros geles desarrollados a partir de
antirretrovirales, los dos a dosis subóptimas, la eficacia ha sido casi
del 100%.
Mujeres y hombres
Se trata, dijo Javier de la Mata, de la Universidad de Alcalá de Henares de un microbicida de uso tópico,
tanto para hombres como para mujeres sanos, de aplicación vaginal o
rectal que protege frente a la infección por el VIH durante el acto
sexual. El gel, explicó Muñoz, está basado en el dendrímero 2G_s16, que
es un tipo de partícula microscópica, que bloquea la infección de las
células epiteliales y del sistema inmune, el primer ciclo de la
infección del virus. «Además, en caso de que traspasara esa barrera, el
VIH no infectaría a los linfocitos». Se trata de una nanopartícula de un
tamaño similar a un virus o al ARN -el tamaño es similar a dividir 1
millón de veces 1 metro-.
In vitro, explicó la inmunóloga, ha demostrado no ser tóxico y tener una eficacia que se prolonga durante 18 o 24 horas, durante las cuales se podría tener relaciones sexuales sin riesgo de infección.
Además, en los ensayos preclínicos el uso del gel no se ha asociado con
una alteración de la motilidad de los espermatozoides, por lo que no
afectaría la fertilidad masculina -es decir, no es un anticonceptivo-.
En estos momentos hay un producto similar al presentado ayer, el VivaGel,
desarrollado por la compañía Starpharma, con el ya hay dos ensayos
clínicos fase III en marcha -es decir, en ensayos en humanos- y cuyos
resultados se conocerán a finales de 2012. Estamos esperanzados, reconocieron los investigadores, «porque este producto utiliza unos principios muy similares al nuestro».
Sin
embargo, los expertos no quieren ser nada triunfalistas. «Hemos
superado la fase preclínica; ahora hemos diseñado un modelo de ratón
humanizado -50% de genes humanos» para hacer la prueba de concepto. Y
después nos quedaría las fases clínicas. Es decir, estamos hablando de 3 a 5 años por lo menos antes de que se pueda comercializar».
