sábado, agosto 04, 2012

¿Te robaron la identidad y aún no lo sabes?

La disponibilidad de datos en internet ha permitido que este fraude permita utilizar información “de otros” para realizar trámites, vaciar tarjetas de crédito o realizar compras lujosas.

Hoy el internet y las redes forman parte de nuestra vida diaria, la mayoría de las personas que leen esta nota, pasan gran parte de su tiempo para comunicarse por Twitter, Facebook, MSN y correo electrónico, por sólo mencionar algunas.

Estas plataformas, que nos sirven como herramientas de comunicación, muchas veces dejan expuestos nuestros datos y los convierten en presa fácil para aquellos que les gusta robar identidades cibernéticas, lo que nos podría traer grandes problemas.

No sólo podemos comunicarnos en internet, sino también podemos hacer otras actividades, como una transacción monetaria o una compra; sin embargo la falta de seguridad en algunos sitios puede ocasionar que roben nuestra identidad, con el objetivo de realizar operaciones a nuestro nombre, por lo que no sólo existe el riesgo de que alguien lea nuestro correo o escriba un mensaje a nuestro nombre en redes sociales, sino que en el peor de los casos, pueden robar nuestro dinero sin nosotros percatarnos.

Si ya tienes sospechas de que has sido presa de un robo de identidad te sugerimos que pongas atención en los consejos que formuló el sitio entrebits.com, los cuales te presentamos a continuación para que puedas proteger tus cuentas.

Lo primero que hay que hacer es entrar en Google Alertas. Una vez dentro, hay que configurar las alertas que quieres que Google detecte para avisarte. Puedes poner las alertas que quieras, pero no pueden faltar nombre, teléfono, domicilio, fecha de nacimiento y tu dirección de correo electrónico.


Una vez que has configurado las alertas, cuantas más mejor, Google te mandará un correo electrónico con las alertas que detecte, y si ves que tus datos aparecen en algún lugar sospechoso o dónde nunca has estado, toma medidas inmediatas. También podrás recibir las alertas en el teléfono.

Las redes sociales son una fuente de información muy grande, de ahí que es muy importante que configuremos bien la privacidad en ellas. Trata de configurar la privacidad de tus cuentas para mantener la información personal lejos de los ojos del público tanto como sea posible.

Es importante refinar las búsquedas para ayudar a las alertas de Google a ser más eficientes. Utiliza las comillas entre tu nombre o correo electrónico e incluye los signos más y menos para excluir o incluir determinados términos, nombres, información etcétera.


Métodos utilizados para el robo de identidad
  • Phishing y correos falsos. Esta técnica permite hacer pasar a un atacante por una organización, banco o empresa para obtener información que garantice acceso a algún recurso que utilices en esa organización, banco o empresa, así que ten cuidado cuando recibas un correo de tu banco o incluso de un banco donde no tienes cuenta. Lo mejor será hagas caso omiso de estos comunicados.
  • Personal. Cualquier persona maliciosa podría obtener información que escuchó o vio sobre ti y que ésta le pueda ser útil para tener acceso a algún recurso valioso. Así que ten cuidado con lo que hables y muestres en la calle.
  • Ataque organizado. Cualquier atacante podría intentar superar la seguridad de un banco, empresa o organización para obtener información personal de los clientes para luego accesar a algún recurso de esa empresa. Ya se han dado varios casos como estos, los cuales suelen afectar a varias cuentas; en ellos las empresas se percataron de la intrusión y tuvieron que reembolsar las pérdidas a sus clientes.


¿Cuales son las señales del robo de identidad?
  • Información fraudulenta o incorrecta en tus cuentas o información personal, tales como el Seguro Social, dirección(es), nombre o iniciales, y lugar de empleo.
  • Si no recibe facturas u otra correspondencia. Si las facturas no te llegan en fecha, comunícate con tus acreedores. Una factura faltante podría indicar que un ladrón de identidad se ha apoderado de tu cuenta y ha cambiado el domicilio de facturación para cubrirse de un posible seguimiento.
  • Recibes tarjetas de crédito que no solicitaste.
  • Te niegan el crédito o te han estado ofreciendo términos menos favorables para otorgarte crédito, como una tasa de interés más alta sin razón aparente.
  • Recibes llamadas o cartas de compañías de cobranza de deuda o de negocios relacionadas a mercaderías o servicios que no compraste. 
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