El
lanzamiento, como todos los de Apple, fue espectacular. Y de una sola
tacada los de Cupertino destapaton, hace apenas una semana, la nueva
versión de su iPhone, los nuevos modelos de los reproductores iPod y
también el nuevo sistema operativo para gobernarlos a todos, el iOS 6.
Anunciado como "el mejor sistema operativo móvil del mundo", iOS 6 incorpora asombrosas novedades,
además de una integración real y completa con iCloud, la solución "en
la nube" de Apple y que hace posible que accedamos a nuestros contenidos
(los mismos), desde múltiples dispositivos.
Nuevas aplicaciones, como «Passbook»,
la posibilidad de hacer FaceTime (videoconferencia) por la red 3G y no
solo por wifi, la integración total con Twitter y Facebook, la
posibilidad de dictar textos, mensajes y correos electrónicos... La
lista de mejoras es larga y cualquiera puede profundizar en ella con una
simple búsqueda en internet.
Sin
embargo, dos de las nuevas funciones merecen una atención especial. Una
de ellas cambiará por completo (otra vez) la forma de relacionarnos con
el móvil. La otra, sin embargo, nació prematura, con defectos y
responde más a una guerra comercial que a las necesidades de los
usuarios. Hablamos, por un lado, de Siri, el revolucionario sistema de
reconocimiento de voz de Apple, que con iOS 6 ya funciona en español; y
de Mapas, la aplicación que ha sustituído (y de momento sin posiblidad
de vuenta atrás), al famoso y utilísimo Google Maps.
Son las dos caras de una moneda que vale su peso en oro y con la que
Apple se juega, ni más ni menos, que la indiscutible ventaja que hasta
ahora ha mantenido con respecto a sus competidores. Son las luces y las
sombras del nuevo iOS 6.
Siri, la luz
Si
hubiera que calificar Siri (un asistente personal que entiende lo que
le decimos) con una sola palabra, esa palabra sería "impresionante". Y
es que Siri no tiene nada que ver con los sistemas de reconocimiento de
voz que incorporan otros fabricantes, que se limitan a "entender" una
reducida lista de comandos preestablecidos. No, Siri es otra cosa, y va
mucho más allá. Se puede, literalmente, hablar con ella y decirle frases
como «Dile a Juan que llego tarde», o «Recuérdame que llame a Paco
mañana a las seis», o «¿Cómo quedó el Madrid?», o «¿en qué cae el 21 de
noviembre?», o «ponme algo de AC DC», o «me apetece jugar al Tetris», o
«tengo hambre, hay pizzerías por aquí?», o «¿crees que lloverá hoy?» o
«despiértame mañana a las siete», o «llévame a casa de Pedro», o...
cualquier otra cosa que se nos ocurra decir y que tenga que ver con la
batería de aplicaciones que gobiernan nuestra vida personal, como Mensajes, Correo, Agenda, Calendario, Recordatorios, Navegación GPS, Música, Galería de imágenes, el Tiempo... Incluso podemos pedirle que publique un tweet o que escriba por nosotros un comentario en Facebook.
Siri
supone una nueva forma de usar el iPhone (y también el iPad). Una forma
mucho más humana, cómoda y directa que la de teclear encima de una
pantalla, aunque sea multitáctil. Algo que está destinado a
revolucionar, de nuevo, una industria que vive siempre en plena
revolución. Y esto es sólo el principio. En
efecto, nuevas bases de datos y temas de los que «hablar» con Siri se
irán incorporando a partir de ahora a una velocidad vertiginosa, con
unas posibilidades que abren un camino completamente nuevo en la
telefonía móvil, tanto para los usuarios como para la posibilidad de
generar nuevos negocios.
Mapas, la sombra
Y
luego están los Mapas, la otra cara de la moneda. Nunca un producto de
Apple había cosechado tantas críticas (y tan feroces) en tan poco
tiempo. Muchos especialistas no han dudado en calificar la aplicación de «fiasco», incluso de «verguenza».
Y es que iOS 6 ha supuesto el divorcio definitivo de Apple con Google,
su gran rival en la red. Lo cual, para los usuarios, significa que
cuando instalen el nuevo sistema operativo ya no podrán utilizar Google
Maps, ni usar la aplicación nativa de YouTube, dos productos masivos (y
exitosos) donde los haya.
Y
si bien es cierto que los Mapas de Apple tienen un gran potencial
(están integrados con Siri y permiten una vista aérea y en 3D) también
lo es que están, por ahora, plagados de errores, tanto en sus datos como
en su forma de presentarlos. Imágenes grotescamente deformadas,
localizaciones erróneas, falta de información sobre servicios públicos,
imprecisiones en la localización... En definitiva, un producto que tiene
toda la pinta de haber sido lanzado con urgencia y antes de estar listo
por completo. Apple pide paciencia a sus usuarios (lo
mismo que hizo con el problema de las antenas en el iPhone 4), y
asegura que en poco tiempo los fallos estarán subsanados. De hecho,
dispone de un auténtico ejército de técnicos y especialistas trabajando
sin descanso para hacerlo.
Lo
cual no quita el hecho de que su decisión de eliminar Google Maps le ha
hecho un flaco favor a los usuarios, que se han encontrado, de la noche
a la mañana, con una aplicación de mapas que es sensiblemente inferior a
la que había. Muchos se preguntan por qué los de la manzana no han
esperado a que sus "mapas" estuvieran más maduros antes de lanzarlos. Y
critican que los intereses puramente comerciales de la compañía hayan
prevalecido sobre los de los consumidores, a los que Apple presume (más que nadie) de defender.
Las
«sombras» de los Mapas están siendo tales que amenazan, incluso, con
oscurecer las «luces» de Siri. Apple, incuestionablemente, ha cometido
un error, y en un momento en que todos sus principales competidores
aprietan más que nunca. Las próximas semanas serán decisivas para conocer el resultado real del lanzamiento del iOS 6. Y para saber si las luces han conseguido, o no, vencer a las sombras.