Tiene un nombre irrisorio. “Potos” en griego, quiere decir bebida y por extensión potable o agua bebible y manía viene de locura, demencia.
De esa forma, la Potomanía viene del deseo de beber grandes cantidades de líquidos y se clasifica dentro de los trastornos del control de los impulsos no clasificados.
“La ingesta compulsiva de agua es el resultado de un proceso de condicionamiento evitativo que opera cuando la persona, en vez de comer ante la señal gastrointestinal de hambre, introduce una nueva conducta de beber líquidos, preferentemente agua”, explica el psicólogo Erich von Bischoffshausen
Es que estamos inmersos en una sistema que fomenta la flacura y engordar se vuelve un pecado. Entonces, llegar a consumir hasta los 8 ó 15 litros de agua diario para no engordar y saciar la sensación de hambre se vuelve una Potomanía.
“La persona deja de atender a sus necesidades nutricionales para obtener o mantener su delgadez que está asociado a la obtención de una serie de reforzadores sociales como aprecio, inclusión y admiración”, añade el psicólogo. Lo que logra es diminuir la sensación de hambre y en el largo plazo bajar su consumo calórico, pero ¿a qué precio?
“Esto se vuelve patológico cuando ocurre en forma sostenida en el tiempo, pues una vez asimilada el agua ingerida, la sensación vuelve y el ciclo se repite una y otra vez, esto puede conducir a una serie de trastornos a nivel de osmorreceptores hipotalámicos, donde el cerebro controla la sensación de sed”, detalla el especialista.
Provocando, prosigue Erich von Bischoffshausen, una desregulación en la capacidad de manejar los requerimientos de líquidos y por tanto, un desequilibrio osmótico del cuerpo. Esto, a su vez conduciría a desbalances electrolíticos con riesgos para el funcionamiento cardíaco y neuronal.
Líquidos de más
Para la nutricionista, Soledad Reyes (reyesoledad@gmail.com) la alta ingesta de líquidos está asociada a una conducta saludable. De hecho, dice, es un elemento vital para nuestro cuerpo sin el cual no se llevarían a cabo, en forma adecuada, una serie de procesos fisiológicos.
“Es que el agua colabora en mantener una buena función renal y eliminar sustancias de desecho por la orina, controlar la temperatura corporal, un adecuado proceso de digestión y tránsito intestinal y al distender las paredes del estómago, genera una sensación de saciedad momentánea”, afirma.
Es por esta razón, explica, que muchas personas en su afán de controlar el peso o en extremar conductas saludables comienzan a ingerir cantidades indiscriminadas, pero advierte, que sólo lo harían quienes padecen algún trastorno de conducta alimentaria como la anorexia, bulimia o con personalidades con trastornos obsesivo compulsivos.
“También en los maratonistas que en el buscar mantenerse hidratados para enfrentar una maratón extremen la medida”, añade.
¿Sufro de Potomanía?
Soledad Reyes, quien forma parte de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Chile, cuenta que para saber si uno padece el trastorno tiene que evaluar en el contexto en que se da esta situación porque no es un acción aislada.
“Seguramente se tienen otras conductas que orientan a sospechar que se padece de este trastorno. Es interesante, por ejemplo, analizar la motivación de la persona hacia la ingesta de líquidos, o ver qué otras cosas relacionadas hace, como exceso de ejercicio, conductas purgativas, omisión de comidas etc., que orienten hacia el trastornos de la conducta alimentaria o hacia la causa del problema”, enseña.
En cualquiera de estos casos, se que tiene objetivar el exceso de ingesta de líquidos y consultar a un médico por los riesgos antes mencionados. Pero, hace la distinción que no se debe confundir a la Potomanía con la Polidipsia, que es el exceso de sed que conduce a altas ingestas de líquidos.
“Ese es el síntoma de debut de Diabetes o de un estado de descompensación diabética que se acompaña de polifagia, poliuria. Estos son cuadros clínicos de alteraciones metabólicas deben ser tratadas lo antes posible por un especialista en salud”, declara.
Ahora, como mayor peligro si se mantiene la conducta, la especialista nombra que aparece el riesgo de sufrir de hiponatremia, que es una reducción de la concentración de sodio, lo que puede llegar a afectar el funcionamiento cerebral y neuronal.
“Es una situación clínica delicada que debe ser diagnosticada a tiempo y manejarse con una corrección de la natremia, sodio en la sangre, en forma muy especifica, porque no es solamente aumentar el nivel de sodio y corregir la deficiencia. El mal manejo de una situación tiene consecuencias graves”, alerta.
Consejos saludables
El consumo que se propone en forma saludable es entre 2 a 2,5 litros de agua al día. Además, de incluir frutas y verduras que aporten humedad y agua, junto con minerales y electrolitos que mantendrán el equilibrio corporal.
“El aporte calórico de estos alimentos es comparativamente mucho menor al de otros alimentos, por lo que si el problema de base es cuidar el peso, la mejor opción para hacerlo saludablemente es privilegiar estos en la dieta diaria”, aconseja la especialista en nutrición.
Ahora si se padece de este trastorno, el psicólogo Erich von Bischoffshausen, orienta que el tratamiento psicoterapéutico de la Potomanía tendrá dos focos principales.
“Primero, el desarrollo de una autopercepción y autoevaluación en base a valores y criterios propios y no culturalmente condicionados. Luego, la modificación de los patrones de conducta evitativos que impiden una nutrición saludable”, comenta.