En un comunicado, a través de la teleconferencia mantenida con representantes del Consejo de Seguridad Nacional, ha condenado “la violencia que vive el país árabe, y ha expresado su preocupación por la continua polarización política”.
El mandatario estadounidense, que pasa el fin de semana en la residencia presidencial de Camp David, ha negado “enérgicamente las falsas afirmaciones divulgadas por algunos” que lo condenan por haber apoyado el golpe de Estado en el país norteafricano y por estar a favor de la oposición egipcia.
Ha exigido a todos los líderes políticos egipcios “evitar más violencia a sus seguidores” y juntarse para crear una política con la participación de toda la nación y restaurar una “democracia sostenible” de manera emergente.
De todas maneras, el presidente Obama mandó a investigar la supuesta cancelación de la ayuda anual que ofrece Washington al Ejército y Gobierno egipcios, tras el golpe de Estado contra el Gobierno del presidente Mohamad Mursi.
El pasado miércoles, el ministro egipcio de Defensa, Abdel Fatah al-Sisi arrebató el poder a Mursi y derogó temporalmente la Constitución en el marco de la llamada ‘hoja de ruta’, acordada entre el Ejército y las fuerzas políticas del país.