viernes, agosto 23, 2013

EE.UU. "decepciona" al mundo por sus planes de vender bombas de racimo a Arabia Saudí

La Coalición Contra las Municiones en Racimo (CMC, por sus siglas en inglés) ha denunciado a EE.UU. por sus planes de suministrar más de 1.000 bombas de racimo a Arabia Saudí.

"Estamos decepcionados con la decisión de EE.UU. de exportar bombas de racimo a Arabia Saudí, ya que ambos países reconocen el impacto humanitario negativo de estas armas en la población civil", dijo la directora del CMC, Sarah Blakemore.

"Las municiones de racimo han sido prohibidas por más de la mitad de las naciones del mundo, por lo que cualquier transferencia va en contra del rechazo internacional de estas armas", agregó.

Este martes el Departamento de Estado estadounidense anunció que la firma Textron Defense Systems ganó un contrato por valor de 641 millones de dólares para construir 1.300 bombas de racimo CBU-105 para Arabia Saudí.

El contrato, que se espera esté cumplido para el 2015, formaliza la venta de estas armas, una de las más destructivas del arsenal de EE.UU., que tras ser lanzadas desprenden decenas de bombas secundarias destruyendo todo lo que se encuentra en un radio de 400 metros.

EE.UU. y sus aliados de Oriente Medio se han negado a firmar la Convención sobre Municiones en Racimo, que prohíbe la producción, transferencia, uso y almacenamiento de este armamento.

Anteriormente Washington ya había concretado la venta de este tipo de bombas a la India y Corea del Sur.


El senador McCain desea un castigo "veloz" contra Siria con armas a distancia


La intervención bélica de EE.UU. en el conflicto sirio podría realizarse simple y rápidamente, cree el senador republicano y excandidato presidencial John McCain. En su opinión, no atacar genera la desconfianza en la palabra del presidente de EE.UU.

McCain recordó la promesa de Barack Obama de usar la fuerza contra Damasco si el Gobierno de Bashar al Assad "cruza la línea roja" del uso de armas químicas. Lo hizo con motivo de un supuesto ataque con gas en las afueras de la capital siria, registrado el pasado 21 de agosto y atribuido arbitrariamente por las autoridades de Israel y algunos países árabes al Ejército sirio.

Después de que se produjera un ataque de este tipo y sin consecuencias, consideró el senador republicano, "Al Assad ve que le dan luz verde y la palabra del presidente estadounidense ya no será tomada en serio". Eso, dijo, "ya sucede en toda la región".

El político estadounidense no se molestó en la búsqueda de pruebas de la supuesta implicación de las autoridades sirias en el ataque químico, pero sí detalló cómo debería de ser la embestida estadounidense: "veloz" y "simple".

"No habría que pisar tierra", aseguró. "Usaríamos nuestras armas de lanzamiento a distancia, al igual que lo hicieron en cuatro ocasiones los israelíes mientras impactaban algunos blancos en Siria. No expondríamos a ningún [soldado estadounidense]".

"En un par de días" los militares de EE.UU. podrían destruir las pistas de despegue y los aviones de Bashar al Assad, insistió Mc Cain. Diciendo también que se podrá  armar rápidamente a los rebeldes y establecer la zona de exclusión aérea.

Horas antes de esas declaraciones, el portavoz oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Alexánder Lukashávich, condenó en un comunicado las acusaciones infundadas presentadas contra Al Assad por el ataque que pudo ser "una provocación planeada con antelación". Además, aseguró, el Gobierno sirio está dispuesto a colaborar plenamente con los expertos de la ONU que investigan el presunto uso de armas químicas en el país.