A través de un estudio realizado por especialistas de la Escuela Médica de Harvard y de la Universidad de Texas, los investigadores descubrieron que esos genes ayudan a acelerar la regeneración de tejidos en ratones de laboratorio.
Los genes Lin28a y IMP1 son muy activos en los niños, pero su actividad disminuye con el tiempo. Lo mismo pasa en ratones jóvenes y viejos. Durante su investigación reactivaron los genes en los roedores y encontraron que la curación de las heridas fue más rápida.
En este sentido, el hallazgo podría ayudar a desentrañar el porqué las personas más jóvenes se curan más rápido que las personas mayores.
Por otra parte, los investigadores de la Universidad de Texas entendieron que el gen IMP1 realiza la promoción de la renovación de las células madre produciendo una proteína que se une a moléculas de ARN.
"Nuestros estudios apoyan el concepto de que la reparación de tejidos de mamíferos puede mejorarse sustancialmente mediante la ingeniería de la reactivación de los genes que regulan las etapas de desarrollo juvenil", ha afirmado uno de los autores del estudio, George Daley, de la Escuela Médica de Harvard.
