En la intimidad de casa y en sólo 20 minutos. Ésas son las dos ventajas que han llevado a un comité de expertos a recomendar que se autorice en EEUU el primer test del VIH a domicilio, 'OraQuick'.
Esta comisión ha recomendado a la agencia estadounidense del
medicamento (FDA, según sus siglas en inglés) que dé el visto bueno a
esta 'prueba del sida casera'; aunque la decisión definitiva no se conocerá hasta final de año.
El 'auto test' funciona mediante una toma de muestras de saliva con un pequeño bastoncillo, y una base que en 20 minutos es capaz de detectar posibles anticuerpos del virus del VIH. Los resultados, eso sí, deberán ser confirmados posteriormente mediante una muestra de sangre, mucho más precisa. Según algunas fuentes, el kit casero tendrá un precio de venta al público de unos 60 dólares en EEUU (unos 50 euros aproximadamente).
Según explica la cadena británica BBC, el test (que comercializará la firma Orasure) tiene una precisión del 93% para resultados positivos, y de hasta el 99,8% para pacientes que no están infectados. Por este motivo, es más que probable que las autoridades pidan al fabricante que el test lleve una gran advertencia en el envase sobre el riesgo de diagnósticos falsamente negativos. Además, OraQuick, también llevará impreso un número de teléfono de consejo sobre el VIH.
El panel, como explica por su parte el diario 'The New York Times', se mostró unánimemente a favor de autorizar la prueba, por 17 votos a cero. Y es que los especialistas consideran que poder hacerse la prueba en casa, en la intimidad, ayudará a vencer las resistencias de muchos estadounidenses que podrían ser portadores del virus sin saberlo.
De hecho, Richar Forshee, director asociado de la FDA en la oficina de Bioestadística y Epidemiología, considera que OraQuick podría identificar a unos 45.000 individuos con VIH al año, y evitar unas 4.000 transmisiones de la infección anualmente. Los especialistas recuerdan que un diagnóstico a tiempo es clave para controlar la acción del VIH en el organismo, evitar la transmisión y frenar los contagios. Se da la circunstancia de que hace apenas unos días, la FDA dio otro paso adelante en el terreno de la prevención, autorizando la primera pastilla destinada a individuos sanos en riesgo de contagio mediante sus relaciones sexuales.
El 'auto test' funciona mediante una toma de muestras de saliva con un pequeño bastoncillo, y una base que en 20 minutos es capaz de detectar posibles anticuerpos del virus del VIH. Los resultados, eso sí, deberán ser confirmados posteriormente mediante una muestra de sangre, mucho más precisa. Según algunas fuentes, el kit casero tendrá un precio de venta al público de unos 60 dólares en EEUU (unos 50 euros aproximadamente).
Según explica la cadena británica BBC, el test (que comercializará la firma Orasure) tiene una precisión del 93% para resultados positivos, y de hasta el 99,8% para pacientes que no están infectados. Por este motivo, es más que probable que las autoridades pidan al fabricante que el test lleve una gran advertencia en el envase sobre el riesgo de diagnósticos falsamente negativos. Además, OraQuick, también llevará impreso un número de teléfono de consejo sobre el VIH.
El panel, como explica por su parte el diario 'The New York Times', se mostró unánimemente a favor de autorizar la prueba, por 17 votos a cero. Y es que los especialistas consideran que poder hacerse la prueba en casa, en la intimidad, ayudará a vencer las resistencias de muchos estadounidenses que podrían ser portadores del virus sin saberlo.
De hecho, Richar Forshee, director asociado de la FDA en la oficina de Bioestadística y Epidemiología, considera que OraQuick podría identificar a unos 45.000 individuos con VIH al año, y evitar unas 4.000 transmisiones de la infección anualmente. Los especialistas recuerdan que un diagnóstico a tiempo es clave para controlar la acción del VIH en el organismo, evitar la transmisión y frenar los contagios. Se da la circunstancia de que hace apenas unos días, la FDA dio otro paso adelante en el terreno de la prevención, autorizando la primera pastilla destinada a individuos sanos en riesgo de contagio mediante sus relaciones sexuales.