lunes, junio 04, 2012

Sin señales inteligentes de Gliese 581

Científicos australianos desarrollan una nueva técnica para registrar pulsos enviados por una civilización extraterrestre, pero su primer rastreo no ha obtenido respuesta.

El sistema Gliese 581, a 20 años luz de la Tierra, se hizo muy popular en septiembre de 2010 cuando un equipo de astrónomos anunció el hallazgo de que uno de sus planetas, el Gliese 581g, podría reunir las condiciones para albergar vida, todo un descubrimiento. El hallazgo fue recibido de forma desigual -algunos científicos desconfiaron de su existencia-, pero tiempo después, otro de los mundos del sistema, el «d», reveló también un gran potencial para ser habitable. Gliese se convirtió entonces en un interesante lugar hacia donde apuntar los telescopios e incluso, quién sabe, donde buscar algún tipo de señal de vida inteligente. Hacia ahí ha mirado un equipo de astrónomos australianos que ha desarrollado una nueva técnica para intentar detectar una civilización inteligente fuera de la Tierra. La respuesta, de momento, ha sido el silencio.


Los astrónomos de la Universidad de Curtin en Australia desarrollaron la primera búsqueda de vida extraterrestre inteligente (SETI) con una nueva técnica llamada Very Long baseline interferometry (VLBI), por la cual se utilizan varios telescopios que están alejados uno de otro y cuyas señales se combinan entre sí como si fuera uno solo, más potente y profundo. El equipo apuntó a Gliese, escogido por tener dos planetas en su zona de habitabilidad, ni demasiado lejos ni demasiado cerca de su estrella para poder tener agua líquida. Durante ocho horas, rastrearon toda señal proveniente del sistema. Detectaron 222 señales potenciales, pero ningún «hola».

Sin embargo, los científicos creen que esta técnica es eficiente discriminando entre auténticas señales extraterrestres y otras provenientes de interferencias de radio frecuencia, lo que, según ellos, convierte su método en un arma ideal para «cazar», por fin, el saludo de algún alien. 

El estudio puede consultarse online y será publicado proximamente en la revista Astronomical Jorunal.