Investigadores australianos y estadounidenses dicen que han descubierto las causas del envejecimiento en ratones, y aseguran que puede ser reversible. El hallazgo da esperanza para que se pueda revertir el envejecimiento en los seres humanos.
"He estudiado el envejecimiento a nivel molecular ya durante casi 20 años y no pensé que llegaría el día en que el envejecimiento podría ser revertido", dijo el genetista David Sinclair, que participó en el estudio.
En el proceso de envejecimiento la comunicación en las células entre el núcleo y las mitocondrias se rompe. El estudio publicado en la revista 'Cell' indica que en los ensayos llevados a cabo por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Cambridge) y la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) se logró crear un compuesto endógeno que, al administrarlo en los ratones, reparó la red rota y restauró la comunicación y la función mitocondrial.
"Nos dimos cuenta de que podíamos revertir el proceso de envejecimiento y conseguir la comunicación en las células de nuevo y, como consecuencia, los animales volvían a ser jóvenes", explicó Sinclair.
Según los expertos, el compuesto, hecho de una molécula producida naturalmente por el cuerpo humano, dio a los ratones viejos más energía, entonando sus músculos y reduciendo la inflamación, y dio lugar a mejoras en la resistencia a la insulina.
Los genetistas aseguran que al aplicar el mismo método en los seres humanos se pueden esperar los mismos efectos. A la edad de 60 años una persona tendrá la sensación de que tiene tan solo 20 años, dicen, y esperan que los ensayos en humanos puedan comenzar dentro de un año.
En el proceso de envejecimiento la comunicación en las células entre el núcleo y las mitocondrias se rompe. El estudio publicado en la revista 'Cell' indica que en los ensayos llevados a cabo por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Cambridge) y la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) se logró crear un compuesto endógeno que, al administrarlo en los ratones, reparó la red rota y restauró la comunicación y la función mitocondrial.
"Nos dimos cuenta de que podíamos revertir el proceso de envejecimiento y conseguir la comunicación en las células de nuevo y, como consecuencia, los animales volvían a ser jóvenes", explicó Sinclair.
Según los expertos, el compuesto, hecho de una molécula producida naturalmente por el cuerpo humano, dio a los ratones viejos más energía, entonando sus músculos y reduciendo la inflamación, y dio lugar a mejoras en la resistencia a la insulina.
Los genetistas aseguran que al aplicar el mismo método en los seres humanos se pueden esperar los mismos efectos. A la edad de 60 años una persona tendrá la sensación de que tiene tan solo 20 años, dicen, y esperan que los ensayos en humanos puedan comenzar dentro de un año.