Actualmente sólo es posible encargar por 300 dólares una unidad de Oculus Rift para desarrolladores desde la web de la compañía. Sin embargo, el apoyo financiero que acaba de recibir ayudará a terminar la versión comercial de Oculus para que llegue antes a Android, Windows, Mac y Linux.
Así ha informado el portal VentureBeat recogiendo declaraciones del director ejecutivo de Oculus VR, Brendan Iribe. «En los últimos 16 meses hemos crecido de una start-up a una compañía cuyo dispositivo de realidad virtual cambiará el modo en que jugamos, trabajamos y nos comunicamos», ha reflexionado Iribe.
«40.000 desarrolladores y entusiastas, así como un gran número de patrocinadores, se han unido a nuestra causa y nos han ayudado a hacer realidad lo que parecía imposible», ha expresado el directivo, que añade que esta inyección de capital ayudará a la compañía a «tomar los pasos finales» hacia su meta: convertir sus gafas de realidad virtual en un producto para consumidores de todo el globo.
Andreessen, de quien proviene la inversión, ha apostado anteriormente por compañías de videojuegos, pero ésta es la cantidad más grande que ha puesto sobre la mesa. «Creemos que Oculus no sólo alterará el paisaje del videojuego, sino que redefinirá la experiencia humana en áreas como el cine, la educación, la arquitectura y el diseño», ha declarado Andreessen, que considera que Oculus es «la punta del iceberg de su potencial».
«La industria de los videojuegos ha pasado ya del punto en el que más píxeles y frames en una pantalla es lo que cambia las experiencias de los jugadores», ha apuntado el jefe de tecnología de Oculus, John Carmack, que ha explicado que la meta de Oculus es «poner a las personas dentro del mundo digital». Oculus, que actualmente está contratando nuevos ingenieros, no ha establecido aún una fecha para el lanzamiento comercial de sus gafas.