Expertos estadounidenses consideran que China "no llegará a ser el número uno en el mundo por medios pacíficos" y el 'polvorín' que desate un conflicto armado con EE.UU. podrían ser Taiwán o la península de Corea.
Según el profesor de ciencias políticas de la Universidad de Chicago John Mearsheimer, "EE.UU. impide activamente el surgimiento de otras potencias, de la misma forma que lo hizo en el pasado con Alemania, la Unión Soviética y Japón".
"De convertirse en el más poderoso de la región, Pekín no permitirá el acceso de Washington a su 'patrimonio', por eso [la administración norteamericana] no quiere el surgimiento de un Estado fuerte. Si alguien se atreve a desafiarnos, lo excluimos y con China la actitud será la misma", dijo Mearsheimer en un artículo publicado por el diario chino 'Huanqiu Shibao'.
"¿Acaso el hecho de que EE.UU. haya transferido su enfoque estratégico hacia Asia no es un intento de limitar el crecimiento de China e impedir que se convierta en una potencia regional?", se pregunta el profesor de ciencias políticas.
De acuerdo con el experto, estas circunstancias harán que una "guerra entre China y EE.UU. sea difícil de evitar". Además, "el conflicto es probable que derive de la inestable situación con Taiwán o en la península de Corea", agregó.
Estas opiniones son compartidas por el también profesor en ciencias políticas de la Universidad de Tsinghua Yan Xuetong. "Estoy de acuerdo en que tanto EE.UU. como China quieren ser el número uno en el mundo. Pero Pekín debe actuar de forma responsable y prudente, abstenerse de acciones o declaraciones enérgicas", dijo Xuetong.
Sin embargo, el profesor de la Universidad de Tsinghua considera que "la posición estratégica y el camino hacia el liderazgo mundial" de Pekín es diferente al de Washington.
"De convertirse en el más poderoso de la región, Pekín no permitirá el acceso de Washington a su 'patrimonio', por eso [la administración norteamericana] no quiere el surgimiento de un Estado fuerte. Si alguien se atreve a desafiarnos, lo excluimos y con China la actitud será la misma", dijo Mearsheimer en un artículo publicado por el diario chino 'Huanqiu Shibao'.
"¿Acaso el hecho de que EE.UU. haya transferido su enfoque estratégico hacia Asia no es un intento de limitar el crecimiento de China e impedir que se convierta en una potencia regional?", se pregunta el profesor de ciencias políticas.
De acuerdo con el experto, estas circunstancias harán que una "guerra entre China y EE.UU. sea difícil de evitar". Además, "el conflicto es probable que derive de la inestable situación con Taiwán o en la península de Corea", agregó.
Estas opiniones son compartidas por el también profesor en ciencias políticas de la Universidad de Tsinghua Yan Xuetong. "Estoy de acuerdo en que tanto EE.UU. como China quieren ser el número uno en el mundo. Pero Pekín debe actuar de forma responsable y prudente, abstenerse de acciones o declaraciones enérgicas", dijo Xuetong.
Sin embargo, el profesor de la Universidad de Tsinghua considera que "la posición estratégica y el camino hacia el liderazgo mundial" de Pekín es diferente al de Washington.
Cómo planea utilizar China los cazas rusos Su-35
Al hacerse con cazas multifuncionales rusos Su-35, la Fuerza Aérea china adquirirá también nuevas capacidades. ¿A qué se debe el interés de China hacia estos aviones? Les ofrecemos la opinión de Peter Wood, experto en las fuerzas militares chinas.
Un alto ejecutivo de la compañía estatal de exportación de armas rusa, Rosoboronexport, señaló que Rusia firmará un contrato de compraventa de cazabombarderos Su-35 a China en 2014.
El interés de China en el caza de nueva generación podría examinarse para revelar los verdaderos avances de la tecnología militar china y la estrategia del país en la gestión de las disputas territoriales en el mar de China Oriental, asegura Peter Wood en su artículo publicado en el portal The Diplomat. Si se cierra este contrato, la adquisición de los Su-35 podría tener un impacto inmediato en estas disputas.
Además de fortalecer a China en un hipotético conflicto, la autonomía de los Su-35 permitiría a la Fuerza del Ejército Popular de Liberación llevar a cabo patrullas prolongadas en las zonas cuya soberanía está en cuestión, siguiendo el modelo que se ha utilizado para presionar a Japón en la disputa territorial por las islas Diaoyu/Senkaku, sugiere Wood.
El Su- 35 no es la primera aeronave de Sukhoi que despierta el interés de los militares chinos. El mando militar del país asiático está resaltando la importancia del caza ruso Su-30MKK y su versión china, el J-16, para proyectar el poder militar chino en el mar de China Oriental.
Una pregunta que queda en el aire es el número de aviones que China quiere comprar. El rotativo chino 'Global Times' informó este verano que un grupo de representantes chinos se encontraban en Moscú para evaluar el Su-35 y proceder a la adquisición de un "número considerable" de estos avanzados aviones.
La aviación china sigue siendo dependiente en gran medida de Rusia, recuerda Wood. Los medios centran su atención en los programas 'domésticos' de China, incluyendo un cazabombardero furtivo y helicópteros. El avance de las capacidades aeronáuticas de la aviación de China es un tema frecuente y cada mes parecen producirse nuevas revelaciones sobre sus programas. Si bien las capacidades de diseñar y fabricar en el marco de estos proyectos representan un avance significativo, no obstante, 'bajo el capó' de las aeronaves chinas a menudo están instalados motores rusos. China sigue comprando la tecnología de fabricación de motores rusa debido a un intenso deseo de fabricar motores por su cuenta.
De hecho, la compra de los Su-35 no refleja un cambio en las preferencias de la cúpula militar china. Pese a que la autonomía siempre ha sido importante para China, esta vez ha sido reemplazada por la necesidad estratégica de adquirir un avanzado sistema de armas de forma rápida.
Una visualización de la compra de los Su-35 a través de la lente de las necesidades y estrategias de China, prestando atención a las disputas territoriales con sus vecinos, da una idea de por qué China desea adquirir los Sujói Su-35.
En pocas palabras, el Su-35 es el mejor caza 'no furtivo' del mundo. A pesar de que las características 'stealth' (de los llamados 'aviones invisibles') han llegado a dominar el diseño de las aeronaves occidentales, en términos de las necesidades de China hay otros factores determinantes.
A juicio de Wood, la ventaja de los Su-35 está en su velocidad y en la capacidad de sus tanques de combustible. Esta capacidad, en combinación con las ya significativas fuerzas de misiles balísticos y otras armas de gran alcance, le brinda a China la posibilidad de proyectar el poder militar sobre una parte más grande del sudeste de Asia y, de hecho, sobre la mayoría de las naciones de la ASEAN.
Más allá de la disuasión, es un avión de enorme autonomía, alcance y posibilidad de permanecer mayor tiempo en combate. Una vez desplegados en las provincias centrales y mejor protegidas del país, los Su-35, aviones de patrullaje de gran autonomía, son una de las mejores maneras de asegurarse de que China mantiene la capacidad de restringir el acceso de otras naciones a las zonas disputadas.
Este objetivo se ha tornado más urgente ahora, cuando Estados Unidos ha anunciado sus planes de desplegar en la región los F-35, sus cazabombarderos furtivos más avanzados, que probablemente tendrán sus bases en Corea del Sur y Japón.
Mientras la industria aeronáutica china se beneficia de las tecnologías del Su-35, la mayor ventaja de disponer de estos aviones está en poder cumplir las misiones de disuasión en el mar de China Oriental. De cara al futuro, la combinación de fuerzas (es decir, los cazas de menor alcance, modernos sistemas de misiles antiaéreos de corto y medio alcance y los Su-35 de gran autonomía de vuelo), podría crear en China una fuerte y escalonada defensa de sus pretensiones territoriales, concluye Peter Wood.
El interés de China en el caza de nueva generación podría examinarse para revelar los verdaderos avances de la tecnología militar china y la estrategia del país en la gestión de las disputas territoriales en el mar de China Oriental, asegura Peter Wood en su artículo publicado en el portal The Diplomat. Si se cierra este contrato, la adquisición de los Su-35 podría tener un impacto inmediato en estas disputas.
Además de fortalecer a China en un hipotético conflicto, la autonomía de los Su-35 permitiría a la Fuerza del Ejército Popular de Liberación llevar a cabo patrullas prolongadas en las zonas cuya soberanía está en cuestión, siguiendo el modelo que se ha utilizado para presionar a Japón en la disputa territorial por las islas Diaoyu/Senkaku, sugiere Wood.
El Su- 35 no es la primera aeronave de Sukhoi que despierta el interés de los militares chinos. El mando militar del país asiático está resaltando la importancia del caza ruso Su-30MKK y su versión china, el J-16, para proyectar el poder militar chino en el mar de China Oriental.
Una pregunta que queda en el aire es el número de aviones que China quiere comprar. El rotativo chino 'Global Times' informó este verano que un grupo de representantes chinos se encontraban en Moscú para evaluar el Su-35 y proceder a la adquisición de un "número considerable" de estos avanzados aviones.
La aviación china sigue siendo dependiente en gran medida de Rusia, recuerda Wood. Los medios centran su atención en los programas 'domésticos' de China, incluyendo un cazabombardero furtivo y helicópteros. El avance de las capacidades aeronáuticas de la aviación de China es un tema frecuente y cada mes parecen producirse nuevas revelaciones sobre sus programas. Si bien las capacidades de diseñar y fabricar en el marco de estos proyectos representan un avance significativo, no obstante, 'bajo el capó' de las aeronaves chinas a menudo están instalados motores rusos. China sigue comprando la tecnología de fabricación de motores rusa debido a un intenso deseo de fabricar motores por su cuenta.
De hecho, la compra de los Su-35 no refleja un cambio en las preferencias de la cúpula militar china. Pese a que la autonomía siempre ha sido importante para China, esta vez ha sido reemplazada por la necesidad estratégica de adquirir un avanzado sistema de armas de forma rápida.
Una visualización de la compra de los Su-35 a través de la lente de las necesidades y estrategias de China, prestando atención a las disputas territoriales con sus vecinos, da una idea de por qué China desea adquirir los Sujói Su-35.
En pocas palabras, el Su-35 es el mejor caza 'no furtivo' del mundo. A pesar de que las características 'stealth' (de los llamados 'aviones invisibles') han llegado a dominar el diseño de las aeronaves occidentales, en términos de las necesidades de China hay otros factores determinantes.
La clave es la autonomía de vuelo
A juicio de Wood, la ventaja de los Su-35 está en su velocidad y en la capacidad de sus tanques de combustible. Esta capacidad, en combinación con las ya significativas fuerzas de misiles balísticos y otras armas de gran alcance, le brinda a China la posibilidad de proyectar el poder militar sobre una parte más grande del sudeste de Asia y, de hecho, sobre la mayoría de las naciones de la ASEAN.
Más allá de la disuasión, es un avión de enorme autonomía, alcance y posibilidad de permanecer mayor tiempo en combate. Una vez desplegados en las provincias centrales y mejor protegidas del país, los Su-35, aviones de patrullaje de gran autonomía, son una de las mejores maneras de asegurarse de que China mantiene la capacidad de restringir el acceso de otras naciones a las zonas disputadas.
Este objetivo se ha tornado más urgente ahora, cuando Estados Unidos ha anunciado sus planes de desplegar en la región los F-35, sus cazabombarderos furtivos más avanzados, que probablemente tendrán sus bases en Corea del Sur y Japón.
Mientras la industria aeronáutica china se beneficia de las tecnologías del Su-35, la mayor ventaja de disponer de estos aviones está en poder cumplir las misiones de disuasión en el mar de China Oriental. De cara al futuro, la combinación de fuerzas (es decir, los cazas de menor alcance, modernos sistemas de misiles antiaéreos de corto y medio alcance y los Su-35 de gran autonomía de vuelo), podría crear en China una fuerte y escalonada defensa de sus pretensiones territoriales, concluye Peter Wood.