Al calificar de “imposible” la aprobación de tal propuesta, el administrador del Canal, Jorge Luis Quijano, afirmó el miércoles que “no hay negociación fuera del contrato”.
La Impregilo, uno de los tres contratistas del Grupo Unidos por el Canal (GUPC) y ganador de la licitación del proyecto, amenaza a Panamá con suspender la obra por problemas de liquidez y sobrecostos.
Debido a tales dificultades, la empresa ha planteado a la Autoridad del Canal de Panamá que le diera mil millones de dólares adicionales para el cumplimiento de los trabajos, o bien anticipara 500 millones para resolver el sobrecosto que estima en 1 600 millones de dólares.
Estas propuestas de la Impregilo, han tenido lugar un día después de que la Autoridad del Canal de Panamá ofreciera una inyección conjunta de 283 millones de dólares al consorcio, de los cuales el grupo tendría que poner 100 millones con garantía, para de esa manera despejar los problemas de flujo de caja al menos dentro de los próximos dos meses.
Sin embargo, horas después de un encuentro con la Autoridad, el consorcio anunció que la contraparte debería pagar un adelanto de 400 millones de dólares.
A este respecto, Quijano aseguró que se mantienen en su propuesta de 283 millones, y “no tenemos reparos en hacer la obra con otro contratista”.
Hasta el momento, el GUPC, compuesto por la española Sacyr Vallehermoso que lo lidera, la belga Jan de Nul, la italiana Impregilo y la panameña CUSA, no se ha pronunciado sobre las propuestas de uno de sus socios desde Italia.