miércoles, marzo 19, 2014

Un científico mexicano patenta en Rusia una batería con carga infinita

Un científico mexicano ha elaborado una batería 'infinita' capaz de generar electricidad a partir del agua y la melanina y ha conseguido patentarla en Rusia.

Arturo Solís Herrera, científico mexicano, empezó sus experimentos con la investigación de una molécula que existe en la piel, el cabello y el recubrimiento de la retina humana, informan medios locales.

Descubrió que esta molécula, la melanina, que se puede producir artificialmente, rompe la molécula del agua, separando el oxígeno y el hidrógeno, extrayendo de este modo energía. Además, probó que esta molécula puede unir el hidrógeno y el oxígeno, para que nuevamente se constituyan como agua, liberando una nueva carga de energía. De este modo el ciclo se puede repetir una cantidad incalculable de ocasiones, rompiendo y uniendo la molécula en un proceso que libera energía.

Solís Herrera ha llamado a su descubrimiento Bat-Gen, porque funciona al mismo tiempo como una batería recargable y como un generador continuo de energía.

El científico pasó cuatro años buscando una patente y la recibió finalmente del Gobierno ruso. Esta patente reconoce la existencia de la 'fotosíntesis humana'. Solís Herrera añade que el documento otorgado certifica que el descubrimiento fue hecho en México.


Etiqueta que alerta si la comida está estropeada


Los científicos han creado una etiqueta inteligente con código de color que puede alertar a los consumidores, sin necesidad de abrir los recipientes, si la comida envasada se ha estropeado.

La etiqueta se presentó el lunes en la 247 Reunión Nacional y Exposición de la Sociedad Americana de Química (ACS, por sus siglas en inglés), que se celebra hasta el jueves en Dallas, Estados Unidos.

"Esta etiqueta, que tiene una consistencia de gel y es realmente barata y segura, puede ser ampliamente programada para imitar casi todos los procesos de deterioro ambiental en los alimentos", aseguró el investigador principal del estudio Chao Zhang, de la Universidad de Pekín, China.

Además, los indicadores que cambian de color con su deterioro podrían utilizarse para indicar si los medicamentos y otros productos perecederos siguen activos o frescos.

"Sincronizamos con éxito, en varias temperaturas, el proceso de la evolución química en la etiqueta inteligente con los procesos de crecimiento de microbios en la leche", señaló Zhang.

De acuerdo con el experto chino, una ventaja esencial de estas etiquetas, aproximadamente del tamaño de un grano de maíz, es que son una indicación fiable de la calidad del producto cuando no se sabe si ha caducado o no.