Una vez muertos en nuestro cuerpo siguen teniendo lugar varios procesos
químicos. La Sociedad Americana de Química y la directora de una empresa
de pompas fúnebres explican estos procesos.
La Sociedad Química
de Estados Unidos presenta un interesante video sobre los procesos
químicos que distinguen a los muertos de los vivos.
La muerte
celular es probablemente la parte más desagradable, pero también la más
interesante, del proceso: sin oxígeno, las células pierden su
'combustible'. La mitocondria, considerada la 'central energética' de la
célula, genera una sustancia química llamada trifosfato de adenosina
(ATP).
Pero el oxígeno es un componente vital en la producción de
ATP, por lo que las 'centrales energéticas' de nuestras células no
funcionan durante mucho tiempo después de que los pulmones hayan dejado
también de hacerlo, apunta 'The Washington Post'.
Es la muerte y
la inevitable destrucción de las células lo que hace que nuestros
cuerpos muestren tanta 'predisposición' a ser colonizados por toda una
serie de bacterias después de morir.
Y a medida que estas
bacterias van devorando los restos de las células escupen sus propios
residuos, produciendo el aspecto y el olor característicos de la
descomposición.
Desafortunadamente, las bacterias también pueden
dejar sentirse en el olor corporal de los seres humanos vivos, por lo
que si alguna vez alguien nota que apesta como un muerto, debería acudir
a un médico.