¿El
secreto para conquistar una mujer? No equivocarse en la elección en la
carta de vinos en la primera cita. Siete italianas de cada 10 no suelen
perdonar ese fallo en la selección del precioso néctar de Baco. Es más:
para impresionar, en el primer encuentro, la elección del vino justo
(70%) cuenta incluso más que el clásico ramo de flores (36%). El sondeo,
realizado por una empresa vitivinícola italiana de Verona (Pasqua
Cantine e Vigneti), informa con detalle de una serie de errores que no
se deben cometer si uno no quiere que le den calabazas: es eliminado
quien exagera con la bebida (en el 72% de los casos); el egoísmo en la
elección de la botella basándose en los propios gustos (48%), y
continuar a llenar el vaso sin haber pedido antes permiso (44%).
"En la mesa se conoce al caballero"
Más de la mitad de las mujeres (51%) se declara experta conocedora de vino, subrayando que sabe “reconocer los perfumes y los aromas”; el 29% declara saber bastante, mientras el 18% se considera poco experta.
Durante
la primera cena, las italianas pretenden que el hombre haga la justa
combinación (56%) de los vinos, y sobre todo que esté en condiciones de
gestionarse la bebida, es decir, que no se sobrepase (72%).
Un
refrán español dice que “en la mesa y en el juego se conoce al
caballero”. Una sentencia con la que parecen estar también de acuerdo
las italianas. La mayoría (58%) concuerda que según se comporta el
hombre en la mesa comprende cómo es, si es su pareja ideal y si conoce
las reglas de la etiqueta y del "bon ton".
“En el vino está la verdad”
El chef sommelier Archangelo Dandini confirma que “escoger el vino justo en la mesa es fundamental para el éxito de una noche”. En su opinión, éstos son los vinos que gustan a las mujeres: “Ligeros y perfumados, con el justo toque aromático. Habitualmente, las mujeres se acercan al vino escogiendo un espumoso o champagne, que dan un sentido de frescura y ligereza, o quizás optan por vinos blancos, con perfumes afrutados, ligeramente aromáticos. Si él quiere llamar la atención o impresionar, la elección de un vino demasiado agresivo o alcohólico puede tener un efecto contraproducente”.
En definitiva, las italianas saben apreciar la cultura del vino porque
“in vino veritas” (en el vino está verdad), un proverbio latino al que
Don Quijote supo dar justa réplica: “Sé templado en el beber, que el
vino demasiado ni guarda secreto, ni cumple palabra”.