jueves, junio 21, 2012

Eficacia a tres años del «marcapasos cerebral»

El «marcapasos cerebral», denominado estimulación cerebral profunda, sigue siendo un tratamiento efectivo para la enfermedad de Párkinson.

El «marcapasos cerebral», denominado estimulación cerebral profunda, sigue siendo un tratamiento efectivo para la enfermedad de Párkinson, al menos tres años después de su implantación, según un estudio publicado en Neurology. Sin embargo, a pesar de que la función motora se mantuvo estable durante este periodo, los pacientes experimentaron un una disminución gradual en algunos ámbitos de la salud relacionados con la calidad de vida y las capacidades cognitivas.



La coordinadora de trabajo, Frances M. Weaver, PhD, de la Universidad Loyola de Chicago (EE.UU.), fue una de las investigadoras principales de un trabajo publicado en 2010 en The New England Journal of Medicine que demostró la eficacia de este sistema a dos años. Ahora, su equipo publica los resultados a tres años.

El  «marcapasos cerebral» es un tratamiento diseñado para los pacientes de Párkinson que ya no obtienen beneficos medicación o que sufren efectos secundarios graves. Aunque no es una cura para esta enfermedad neurodegenerativa, ya que no detiene la progresión de la enfermedad, sin embargo, en los pacientes adecuados, puede mejorar significativamente los síntomas, especialmente temblores. Además, también puede aliviar la rigidez muscular que causa la disminución en la capacidad de movimiento.

La estimulación cerebral profunda se basa en la insercción de un electrodo de unos 10cm en el cerebro. Este electrodo envía señales eléctricas que reorganizan los impulsos eléctricos del cerebro. El procedimiento puede realizarse en uno o en los dos lados del cerebro.


Síntomas parkinsonianos

Los investigadores han analizado a 89 pacientes a los que se implantó el marcapasos cerebral en una zona del cerebro llamada el globo pálido y en otros 70 pacientes que fueron estimulados en una parte diferente del cerebro, el núcleo subtalámico. Todos los pacientes fueron evaluados al inicio del estudio y a los 3, 6, 12, 18, 24 y 36 meses. Los pacientes fueron clasificados en función de los síntomas del párkinson, que incluyen funciones motoras como el habla, la expresión facial, temblores, rigidez, rigidez en los dedos, movimientos de la mano, la postura, la marcha, bradicinesia (lentitud de movimientos), etc.

Los resultados mostraron que las mejoras en la función motora fueron similares en ambos grupos de pacientes, y se mantuvieron estables con el tiempo. No obstante, algunos beneficios iniciales relacionados con la calidad de vida se fueron poco a poco perdiendo. Esto, dicen los investigadores, probablemente refleje la progresión de la enfermedad y la aparición de síntomas que son resistentes a la estimulación cerebral profunda y a los tratamientos farmacológicos.