Einstein tenía razón. El equipo de investigadores del CERN
(Organización Europea para la Investigación Nuclear) que el pasado año
revolucionó el mundo de la ciencia con un experimento sugería que los
neutrinos eran más veloces que la luz han confirmado este viernes que su
trabajo contenía errores.
En concreto, se trató de un fallo en los instrumentos de medición (el cable de fibra óptica que transportaba la señal de GPS al reloj principal del experimento estaba mal conectado). Así que el hallazgo de un simple error técnico ha bastado para 'resolver' el caso de los neutrinos superveloces.
Según han explicado este viernes durante la 25 conferencia internacional sobre física de neutrinos y astrofísica que se celebra en Kioto (Japón), las nuevas mediciones realizadas en los cuatro experimentos del laboratorio Gran Sasso (Borexino, ICARUS, LVD y OPERA) demuestran que la Teoría de la Relatividad también es válida para estas partículas subatómicas.
"Aunque este resultado no es tan emocionante como a algunos les hubiera gustado, es lo que todos esperábamos. Esta historia ha capturado la imaginación del público y les ha dado la oportunidad de ver el método científico en acción. Se publica un resultado inesperado para que sea escrutado, se investiga en profundidad y se resuelve, en parte, gracias a la colaboración entre experimentos que normalmente compiten. Así es como la ciencia avanza", ha afirmado el director de investigación del CERN, Sergio Bertolucci, durante la presentación de los resultados de las nuevas mediciones que se han llevado a cabo.
En septiembre de 2011 un equipo del CERN de Ginebra publicó un trabajo que mostraba que estas partículas subatómicas, denominadas neutrinos, podían viajar más rápido que la luz. El resultado ponía en entredicho la Teoría de Relatividad formulada por Albert Einstein en 1905, que constituye uno de los grandes pilares en los que se sustenta la Física.
La conferencia en la que Dario Autiero, uno de los autores del estudio, expuso los resultados suscitó una gran expectación y fue recogida en medios de comunicación de todo el mundo. Los neutrinos saltaban a la fama.
Comenzó también uno de los debates más apasionantes entre físicos de todo el mundo. Muchos científicos de prestigio pusieron ya en duda que los resultados del CERN pudieran ser ciertos y la prudencia fue la reacción más común entre los investigadores. Pero había que encontrar el error.
Los propios autores del estudio fueron los primeros en mostrar su perplejidad ante los resultados del experimento OPERA, que habían sido repetidos en numerosas ocasiones antes de hacerlos públicos. Asimismo, animaron al resto de la comunidad científica a estudiar el caso y a intentar localizar dónde estaba el fallo.
El experimento OPERA calculó el tiempo que los neutrinos tardan en recorrer 730 kilómetros (que es la distancia que separa las instalaciones del CERN de Ginebra y del laboratorio subterráneo de Gran Sasso, en Italia). Los resultados indicaban que los neutrinos recorrieron esta distancia en un tiempo 60 nanosegundos inferior que la luz.
"Las primeras mediciones realizadas hasta 2011 entre el CERN y Gran Sasso fueron revisadas teniendo en cuenta los efectos de los instrumentos", ha explicado el equipo en Kioto.
El pasado mes de febrero, los físicos que habían estudiado el funcionamiento de OPERA habían sugerido ya la hipótesis de que sus resultados eran erróneos debido a que los datos habían sido alterados por una mala conexión entre un GPS y un ordenador. Al mes siguiente, el físico Antonio Ereditano, coordinador del experimento OPERA, presentó su dimisión de su cargo en el Instituto Nacional de Física Nuclear italiano.
Las comprobaciones llevadas a cabo por el equipo del experimento OPERA en los últimos meses han confirmado el fallo en la conexión. Este fallo técnico hizo que se atribuyera a los neutrinos una marca 74 nanosegundos superior al tiempo que tardaron en realidad. Es decir, la velocidad de los neutrinos fue inferior a la que indicaron los resultados. Además, el reloj de alta precisión utilizado por OPERA estaba ligeramente desfasado, lo que hizo que se añadieran otros 15 nanosegundos.
Una vez que estos fallos técnicos fueron corregidos, se volvió a calcular el tiempo que tardaban los neutrinos en recorrer el túnel de 730 kilómetros. En esta ocasión, estas partículas subatómicas sin masa no pudieron batir la velocidad de la luz. Como dijo Einstein.
Instalaciones del CERN en Ginebra
En concreto, se trató de un fallo en los instrumentos de medición (el cable de fibra óptica que transportaba la señal de GPS al reloj principal del experimento estaba mal conectado). Así que el hallazgo de un simple error técnico ha bastado para 'resolver' el caso de los neutrinos superveloces.
Según han explicado este viernes durante la 25 conferencia internacional sobre física de neutrinos y astrofísica que se celebra en Kioto (Japón), las nuevas mediciones realizadas en los cuatro experimentos del laboratorio Gran Sasso (Borexino, ICARUS, LVD y OPERA) demuestran que la Teoría de la Relatividad también es válida para estas partículas subatómicas.
"Aunque este resultado no es tan emocionante como a algunos les hubiera gustado, es lo que todos esperábamos. Esta historia ha capturado la imaginación del público y les ha dado la oportunidad de ver el método científico en acción. Se publica un resultado inesperado para que sea escrutado, se investiga en profundidad y se resuelve, en parte, gracias a la colaboración entre experimentos que normalmente compiten. Así es como la ciencia avanza", ha afirmado el director de investigación del CERN, Sergio Bertolucci, durante la presentación de los resultados de las nuevas mediciones que se han llevado a cabo.
A la búsqueda del fallo
En septiembre de 2011 un equipo del CERN de Ginebra publicó un trabajo que mostraba que estas partículas subatómicas, denominadas neutrinos, podían viajar más rápido que la luz. El resultado ponía en entredicho la Teoría de Relatividad formulada por Albert Einstein en 1905, que constituye uno de los grandes pilares en los que se sustenta la Física.
La conferencia en la que Dario Autiero, uno de los autores del estudio, expuso los resultados suscitó una gran expectación y fue recogida en medios de comunicación de todo el mundo. Los neutrinos saltaban a la fama.
Comenzó también uno de los debates más apasionantes entre físicos de todo el mundo. Muchos científicos de prestigio pusieron ya en duda que los resultados del CERN pudieran ser ciertos y la prudencia fue la reacción más común entre los investigadores. Pero había que encontrar el error.
Los propios autores del estudio fueron los primeros en mostrar su perplejidad ante los resultados del experimento OPERA, que habían sido repetidos en numerosas ocasiones antes de hacerlos públicos. Asimismo, animaron al resto de la comunidad científica a estudiar el caso y a intentar localizar dónde estaba el fallo.
Una carrera de 730 kilómetros
El experimento OPERA calculó el tiempo que los neutrinos tardan en recorrer 730 kilómetros (que es la distancia que separa las instalaciones del CERN de Ginebra y del laboratorio subterráneo de Gran Sasso, en Italia). Los resultados indicaban que los neutrinos recorrieron esta distancia en un tiempo 60 nanosegundos inferior que la luz.
"Las primeras mediciones realizadas hasta 2011 entre el CERN y Gran Sasso fueron revisadas teniendo en cuenta los efectos de los instrumentos", ha explicado el equipo en Kioto.
El pasado mes de febrero, los físicos que habían estudiado el funcionamiento de OPERA habían sugerido ya la hipótesis de que sus resultados eran erróneos debido a que los datos habían sido alterados por una mala conexión entre un GPS y un ordenador. Al mes siguiente, el físico Antonio Ereditano, coordinador del experimento OPERA, presentó su dimisión de su cargo en el Instituto Nacional de Física Nuclear italiano.
Las comprobaciones llevadas a cabo por el equipo del experimento OPERA en los últimos meses han confirmado el fallo en la conexión. Este fallo técnico hizo que se atribuyera a los neutrinos una marca 74 nanosegundos superior al tiempo que tardaron en realidad. Es decir, la velocidad de los neutrinos fue inferior a la que indicaron los resultados. Además, el reloj de alta precisión utilizado por OPERA estaba ligeramente desfasado, lo que hizo que se añadieran otros 15 nanosegundos.
Una vez que estos fallos técnicos fueron corregidos, se volvió a calcular el tiempo que tardaban los neutrinos en recorrer el túnel de 730 kilómetros. En esta ocasión, estas partículas subatómicas sin masa no pudieron batir la velocidad de la luz. Como dijo Einstein.