Ahora, el trabajo de Keith Haffer, de Braasch Biotech LLC, demuestra la eficacia de las vacunas en dos grupos de diez ratones machos obesos en comparación con un grupo control de diez ratones que recibieron inyecciones de solución salina. Todos los ratones habían sido alimentados con una dieta alta en grasas durante ocho semanas antes del estudio y siguieron comiendo la misma comida durante las seis semanas del ensayo. La vacuna se administró dos veces -al inicio del estudio y una dosis de refuerzo en el día 22-.
Reducción del peso
Cuatro días después de la primera vacuna de somatostatina modificada, los ratones vacunados tuvieron una reducción del 10% en el peso corporal. Al final del estudio, los resultados mostraron que ambas vacunas indujeron anticuerpos a la somatostatina y redujeron significativamente el peso corporal, sin afectar a los niveles normales de la hormona de crecimiento IGF-1, o los niveles de insulina.
«Este estudio demuestra la posibilidad de tratar la obesidad con la vacunación -explicó Keith-. Aunque son necesarios más estudios para descubrir las implicaciones a largo plazo de estas vacunas, el tratamiento de la obesidad humana, con este tipo de vacunas podría proporcionar una opción no quirúrgica para la lucha contra la epidemia de la obesidad».
