Las autoridades rusas han confirmado que la causa del bombardeo de meteoritos
que esta madrugada ha dejado centenares de heridos en la región de
Cheliábinsk, en los montes Urales, es un cuerpo de gran tamaño que
circulaba a 30 kilómetros por segundo y que se desintegró «en pequeños
fragmentos» al entrar en la atmósfera antes de tierra.
Los meteoritos son objetos compuestos de roca y metal que
a veces se desprenden de los diversos cuerpos del Sistema solar, y
después de viajar por el espacio caen en la Tierra o la Luna. Este
bombardeo parece algo excepcional, especialmente porque ha ocurrido el mismo día que se nos acerca un asteroide, el 2012 DA14, a menos de 27.000 km de distancia.
Impacto de un objeto contra un edificio en Cheliábinsk. |
Sin embargo, nos caen cosas del cielo constantemente.
De forma literal. «El polvo interplanetario cae sobre nuestras cabezas
continuamente», explica Alfred Rosenberg, investigador del Instituto
Astrofísico de Canarias (IAC). De hecho, no es infrecuente que piezas de
unos pocos centímetros o algo más de un metro lleguen al suelo
terrestre. No nos damos cuante porque «tres cuartas partes del planeta
son océanos y hay grandes extensiones poco pobladas». Por ese motivo, la mayoría de los meteoritos no se observan al caer,
sino que se encuentran mucho tiempo después y luego son sometidos a una
serie de pruebas forenses para determinar su procedencia.
Los asteroides realmente peligrosos –de un kilómetro en
adelante-, alcanzan la Tierra en contadas ocasiones. La última vez que
cayó un asteroide de unos diez kilómetros de diámetro, hace 65 millones
de años, provocó la extinción del Cretácico-Terciario que fue un periodo
de extinciones masivas, incluidos los dinosaurios.
El mismo día del asteroide
Este suceso ha ocurrido el mismo día que se acerca el asteroide 2012 DA14,
pero todavía quedan algunas horas hasta su máxima aproximación, a unos
27.000 kilómetros de distancia. Algunos científicos creen que las dos
rocas pueden estar relacionadas.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha advertido de que la caída del meteorito demuestra la vulnerabilidad del planeta.
Por otro lado, el viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, ha abogado
por crear un sistema de prevención y protección ante la caída de objetos
espaciales. «Tenemos que pensar en ello», ah afirmado Rogozin, quien
agregó que ni Rusia ni EE.UU. tienen tecnologías para abatir los meteoritos
que representan una amenaza para la Tierra. «Rusia y otros países
grandes sí tienen un sistema de seguimiento y control del espacio, pero
éste está orientado a vigilar las aproximaciones peligrosas de aparatos
con basura espacial», ha recordado.
El último balance del Ministerio del Interior es de alrededor de 700 heridos, incluidos 84 niños.