Las advertencias de Dempsey surgieron el viernes en su carta remitida al senador republicano estadounidense, John McCain, y al presidente de la Comisión de Servicios Armados, el senador demócrata Carl Levin, que fue divulgada el lunes por los medios de comunicación.
En alusión a la ocupación costosa y sangrienta de Estados Unidos en Irak y Afganistán, el comandante militar norteamericano adujo que en cuanto Washington comience una intervención militar en Siria, ya no habrá posibilidad de una salida a ella.
En otra parte de su misiva, Dempsey reiteró en que Estados Unidos debería aprender su lección de las guerras emprendidas en Irak y Afganistán y evitar la repetición de un error similar, pues advirtió que el equilibrio de poder militar sin una cuidadosa consideración originaría consecuencias irracionales.
La carta de Dempsey se dio a conocer en respuesta a las declaraciones del senador republicano John McCain, que anunció que la nueva destitución de Dempsey como jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos no se llevará a cabo en caso de que éste no aplicara en su agenda un plan específico para atacar a Siria.
Dempsey, a su vez, hizo hincapié en que una intervención militar en el país árabe llevaría al Pentágono a movilizar “cientos de aviones, barcos, submarinos" y haría uso de las instalaciones de inteligencia y de “guerra electrónica”.
Al asegurar que cualquier intervención en el suelo sirio saldría costosa para Estados Unidos, el titular norteamericano sostuvo que armar y entrenar a los opositores del Gobierno de Bashar al-Asad costaría como mínimo 500 mil millones de dólares al año y necesitaría cientos, hasta miles de efectivos militares, mientras que corre el peligro de que los elementos del grupo Al-Qaeda y los otros grupos extremistas se apoderaran de las armas y municiones.
EE.UU. ha estado entrenando a militantes en Jordania y Turquía, para operar contra el Gobierno sirio, asimismo, Washington ha enviado miles de toneladas de armas a los grupos armados que luchan en este país árabe con el fin de derrocar al presidente sirio, Bashar al-Asad.
Siria, además de tener que hacer frente a los grupos terroristas, sufre la intervención de algunos países occidentales y regionales, que brindan su apoyo financiero, logístico y armamentístico a las bandas armadas, con el fin de derrocar al Gobierno constitucional de Damasco.
