Este año los inversores chinos vienen comprando activamente bienes raíces en las ciudades más grandes y más atractivas del mundo, en particular en EE.UU. ¿Aspira China a conquistar el mundo?
Según 'The Wall Street Journal' en los últimos años, los inversores del gigante asiático lograron obtener grandes ganancias en China y ahora buscan activos seguros en el extranjero con un ingreso estable, moviendo para ellos sus fondos del caro mercado inmobiliario de China a Manhattan o San Francisco.
"China ya no crece a la misma velocidad, por lo que las empresas buscan otros mercados para complementar el crecimiento", comenta Marc Giuffrida, director ejecutivo en la empresa de servicios de bienes raíces CBRE, subrayando que los inversores buscan conseguir una mayor estabilidad, transparencia y liquidez.
Las compañías chinas han invertido 7.700 millones de dólares en bienes raíces comerciales y residenciales en el extranjero en los tres primeros trimestres de 2013, un 46% más que en 2012 y tres veces más que en 2011.
La semana pasada la compañía de Shanghái Fosun Internacional anunció la compra del edificio de oficinas en Wall Street conocido como One Chase Manhattan Plaza por 725 millones de dólares.
El empresario de Shanghái David Li, que es dueño de más de una docena de apartamentos en China, compró tres en San Francisco en 2011 por 1 millón de dólares. Desde entonces los precios han subido un 30% y el rendimiento fue del 6%, admite Li. Ahora el empresario quiere invertir más en el sector inmobiliario de EE.UU. y va adquirir un hogar de ancianos por 1,5 millones de dólares cerca de Chinatown, en San Francisco.
Las ambiciosas empresas chinas tratan de convertir literalmente los mercados de Londres y de Nueva York en mercados donde los chinos dictan sus reglas. Rascacielos al estilo chino están apareciendo en las áreas anteriormente de baja densidad en Reino Unido y Australia. El promotor inmobiliario comercial Dalian Wanda Group ha invertido 1.000 millones de dólares para poner en marcha un hotel de lujo en Londres que será el más alto de Europa occidental.
El dinero chino está fluyendo a áreas con alta concentración de inmigrantes chinos como Sídney, Melbourne, San Francisco, Los Ángeles, Nueva York y Londres.
"China ya no crece a la misma velocidad, por lo que las empresas buscan otros mercados para complementar el crecimiento", comenta Marc Giuffrida, director ejecutivo en la empresa de servicios de bienes raíces CBRE, subrayando que los inversores buscan conseguir una mayor estabilidad, transparencia y liquidez.
Las compañías chinas han invertido 7.700 millones de dólares en bienes raíces comerciales y residenciales en el extranjero en los tres primeros trimestres de 2013, un 46% más que en 2012 y tres veces más que en 2011.
La semana pasada la compañía de Shanghái Fosun Internacional anunció la compra del edificio de oficinas en Wall Street conocido como One Chase Manhattan Plaza por 725 millones de dólares.
El empresario de Shanghái David Li, que es dueño de más de una docena de apartamentos en China, compró tres en San Francisco en 2011 por 1 millón de dólares. Desde entonces los precios han subido un 30% y el rendimiento fue del 6%, admite Li. Ahora el empresario quiere invertir más en el sector inmobiliario de EE.UU. y va adquirir un hogar de ancianos por 1,5 millones de dólares cerca de Chinatown, en San Francisco.
Las ambiciosas empresas chinas tratan de convertir literalmente los mercados de Londres y de Nueva York en mercados donde los chinos dictan sus reglas. Rascacielos al estilo chino están apareciendo en las áreas anteriormente de baja densidad en Reino Unido y Australia. El promotor inmobiliario comercial Dalian Wanda Group ha invertido 1.000 millones de dólares para poner en marcha un hotel de lujo en Londres que será el más alto de Europa occidental.
El dinero chino está fluyendo a áreas con alta concentración de inmigrantes chinos como Sídney, Melbourne, San Francisco, Los Ángeles, Nueva York y Londres.