En un condado de Carolina del Norte (EE.UU.) van a revisar la adopción de niños. La polémica ha surgido después de que esposaran a un menor acogido y le colgaran del cuello una gallina muerta.
Esta es la historia de otro niño, Dimitri Stewart, que, como muchos otros niños huérfanos rusos, fue adoptado por una familia norteamericana y cuyos sueños, como los de otros muchos, de encontrar lejos de su patria un segundo hogar se truncaron con la dura realidad. Y es que este joven nunca recibió el amor propio de un hogar.
"Nunca me hicieron sentir como si fuera su hijo", dice Dmitri. Cuando sus padres adoptivos tuvieron hijos biológicos, Dimitri pareció pasar a ser un estorbo para la pareja, por lo que quisieron deshacerse de él como fuera.
Los Stewards ni siquiera se tomaron el tiempo de buscar un nuevo hogar en condiciones para el joven Dimitri. Sencillamente contrataron por internet un servicio de reacomodación y abandonaron a su hijo a cargo de la primera persona que mostró un mínimo interés.
Esa persona fue Nicole Eason, quien prometía ser una madre dedicada y crear un ambiente apropiado para que el chico se desarrollara y estudiara. Sin embargo, la realidad fue muy diferente. "Era un habitáculo minúsculo. Yo mire a mi padre [adoptivo] y le dije: no me puedes dejar aquí. Ni siquiera había un escritorio para estudiar", cuenta Dmitri.
Tras poco más de un mes Dimitri no pudo aguantar más. Pese a su situación, no fueron sus anteriores padres los que acudieron al rescate, sino la misma agencia que lo había reubicado. La empresa además solo tomó cartas en el asunto cuando se descubrió que la nueva madre adoptiva escondía un turbio pasado que ponía en serio peligro la vida de Dimitri.
"Nicole estuvo casada con un pederasta y no podía crear un ambiente de estudio porque no tenía dinero. En seguida nos metimos en el coche y fuimos a recogerlos", cuenta la moderadora de la web de adopciones, Megan Exon.
Muchos analistas ven en internet un nuevo mecanismo donde los padres adoptivos estadounidenses que cambian de opinión pueden sencillamente abandonar a sus hijos sin mayor control. "Internet ha transformado los procesos de adopción sobre todo cuando se trata de niños y familias vulnerables. Estos casos de reubicación son solo la punta del iceberg, pero hay mucho más", opina Adam Pertman, director ejecutivo del Instituto Donaldson para la adopción.
Dimitri vivió de primera mano el drama de ser tratado como una mercancía en internet y advierte del peligro de este tipo de adopciones. "Nunca sabes qué tipo de persona está buscando niños. Hay gente depravada en cualquier sitio", asegura.
Ahora el joven se encuentra en una casa de acogida. Sin embargo, otros acaban directamente en un avión de regreso como fue el caso de un niño que en 2010 fue devuelto a Rusia por su madre adoptiva como si se tratara de un artículo defectuoso. Pero en este drama incluso se pueden hallar episodios peores, como el del pequeño Iván Skorobogátov, a quien sus padres adoptivos estadounidense asesinaron de manera brutal. Lo más trágico de todo esto es que la lista con crímenes como este podría aumentar en cualquier momento.
"Nunca me hicieron sentir como si fuera su hijo", dice Dmitri. Cuando sus padres adoptivos tuvieron hijos biológicos, Dimitri pareció pasar a ser un estorbo para la pareja, por lo que quisieron deshacerse de él como fuera.
Los Stewards ni siquiera se tomaron el tiempo de buscar un nuevo hogar en condiciones para el joven Dimitri. Sencillamente contrataron por internet un servicio de reacomodación y abandonaron a su hijo a cargo de la primera persona que mostró un mínimo interés.
Esa persona fue Nicole Eason, quien prometía ser una madre dedicada y crear un ambiente apropiado para que el chico se desarrollara y estudiara. Sin embargo, la realidad fue muy diferente. "Era un habitáculo minúsculo. Yo mire a mi padre [adoptivo] y le dije: no me puedes dejar aquí. Ni siquiera había un escritorio para estudiar", cuenta Dmitri.
Tras poco más de un mes Dimitri no pudo aguantar más. Pese a su situación, no fueron sus anteriores padres los que acudieron al rescate, sino la misma agencia que lo había reubicado. La empresa además solo tomó cartas en el asunto cuando se descubrió que la nueva madre adoptiva escondía un turbio pasado que ponía en serio peligro la vida de Dimitri.
"Nicole estuvo casada con un pederasta y no podía crear un ambiente de estudio porque no tenía dinero. En seguida nos metimos en el coche y fuimos a recogerlos", cuenta la moderadora de la web de adopciones, Megan Exon.
Muchos analistas ven en internet un nuevo mecanismo donde los padres adoptivos estadounidenses que cambian de opinión pueden sencillamente abandonar a sus hijos sin mayor control. "Internet ha transformado los procesos de adopción sobre todo cuando se trata de niños y familias vulnerables. Estos casos de reubicación son solo la punta del iceberg, pero hay mucho más", opina Adam Pertman, director ejecutivo del Instituto Donaldson para la adopción.
Dimitri vivió de primera mano el drama de ser tratado como una mercancía en internet y advierte del peligro de este tipo de adopciones. "Nunca sabes qué tipo de persona está buscando niños. Hay gente depravada en cualquier sitio", asegura.
Ahora el joven se encuentra en una casa de acogida. Sin embargo, otros acaban directamente en un avión de regreso como fue el caso de un niño que en 2010 fue devuelto a Rusia por su madre adoptiva como si se tratara de un artículo defectuoso. Pero en este drama incluso se pueden hallar episodios peores, como el del pequeño Iván Skorobogátov, a quien sus padres adoptivos estadounidense asesinaron de manera brutal. Lo más trágico de todo esto es que la lista con crímenes como este podría aumentar en cualquier momento.