Maduro decidió romper el miércoles sus relaciones con Panamá porque su presidente, Ricardo Martinelli, “ha estado obrando activamente contra Venezuela creando condiciones para que la Organización de Estados Americanos (OEA) y otros organismos den un paso de intervención”.
"Nosotros respetamos la decisión que ha tomado Venezuela, yo considero que ningún país tiene el derecho de hablar sobre otro o entrometerse en sus asuntos internos", ha anunciado este jueves el canciller boliviano, David Choquehuanca.
Asimismo ha reiterado que la única entidad en la que se puede debatir lo ocurrido en Venezuela es la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
La decisión se tomó después de que el Consejo Permanente de la OEA informara que estudiaría este jueves una solicitud de Panamá, para convocar una reunión de consulta de cancilleres sobre la situación de Venezuela, donde la derecha apoyada desde el exterior ha iniciado una serie de protestas con fines golpistas.
Venezuela ha reiterado en diversas ocasiones que no permitirá ninguna injerencia en sus asuntos internos, y considera que la agresión contra el pueblo y el legítimo y democrático Gobierno de Maduro debe revisarse en el marco de Unasur no de la OEA.
La OEA, con sede en Estados Unidos, según varios gobiernos progresistas, es un organismo que sigue una agenda impuesta por Washington.
Por otra parte, el presidente boliviano, Evo Morales, ha informado este jueves que se encuentra organizando una reunión de Unasur sobre la situación de Venezuela, dirigida a defender la democracia de ese país miembro.