Google anunció que la nueva versión de su sistema operativo para móviles y tabletas, Android L,
impedirá a la compañía acceder a los aparatos sin el consentimiento del
propietario, una medida muy similar a la anunciada ayer por Apple sobre
el nuevo iOS para iPhone e iPad.
Los diarios «The Washington Post» y «The Wall Street Journal» publicaron hoy sendas informaciones según las cuales el nuevo Android llevará por defecto un sistema de encriptación que
impedirá a la propia empresa, así como a la policía o a posibles
ladrones, desbloquear los aparatos móviles si no disponen de la
necesaria contraseña personal.
Esta mejora en la seguridad protege de la propia compañía
—y, por tanto, de la administración— toda aquella información que pueda almacenarse en los dispositivos de los usuarios que operen con Android,
tales como fotografías, correos electrónicos, contactos, historiales de
llamadas, mensajes, notas escritas o contenidos multimedia.
La medida de Google, así como la anunciada ayer por su rival Apple, se enmarcan en un esfuerzo de las empresas tecnológicas para dar respuesta a las voces que las acusan de haber colaborado con demasiada facilidad con el Gobierno estadounidense y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) cuando éstos les pidieron datos de los usuarios.
Hasta ahora, los teléfonos y dispositivos que operaban con Android ofrecían esta posibilidad de encriptación, pero sólo como una opción, de manera que eran muy pocos los usuarios que averiguaban cómo activarla.
En los nuevos sistemas operativos, sin embargo, que saldrán al mercado en octubre, la medida vendrá activada por defecto. Con más de un 75% del mercado mundial de teléfonos inteligentes, Android es el sistema operativo para móviles más usado del mundo.