Zhao, de 40 años y habitual en programas de tarde del canal estatal CCTV, escribió en su microblog, el 9 de abril, un mensaje de alerta sobre gelatina tóxica añadida a yogures y otros alimentos.
La organización de defensa de la libertad de expresión Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresó en un comunicado su preocupación por la situación de un conocido presentador de la televisión nacional china, Zhao Pu, apartado de las pantallas después de alertar sobre un escándalo de yogures adulterados.
Ese mismo día hacía su última aparición en las pantallas, y CCTV no ha informado del caso, lo que según RSF podría tratarse de "una retirada a petición del Gobierno, que, como en anteriores escándalos alimentarios, quiere suprimir cualquier comentario sobre una cuestión que considera muy sensible".
RSF, con sede en París, pide a CCTV que "explique rápidamente por qué Zhao Pu fue suspendido y cuál es su situación actual", señalando que si se trata de una regulación interna del canal es una política cuestionable, ya que el presentador "sólo alertó a sus compatriotas sobre un probado problema de salud pública".
El mensaje de Zhao fue reenviado 130.000 veces, pero fue borrado por la censura china el mismo día, precisamente en un mes en el que el Gobierno comunista ha declarado abiertamente la "guerra a los rumores en la red", después de que circularan por foros internautas bulos sobre un supuesto golpe de Estado en Pekín.
La seguridad alimentaria en China es uno de los temas más candentes en el país asiático, donde es rara la semana en la que no haya noticias sobre productos adulterados, tóxicos o en mal estado, y que en ocasiones afectan a la salud de los consumidores.
Uno de los mayores escándalos fue precisamente en el sector lácteo, hace cuatro años, cuando leche en polvo para bebés adulterada con melamina causó la muerte de seis niños chinos y enfermó a cientos de miles, generando una enorme polémica dentro y fuera del país asiático.
La organización de defensa de la libertad de expresión Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresó en un comunicado su preocupación por la situación de un conocido presentador de la televisión nacional china, Zhao Pu, apartado de las pantallas después de alertar sobre un escándalo de yogures adulterados.
Ese mismo día hacía su última aparición en las pantallas, y CCTV no ha informado del caso, lo que según RSF podría tratarse de "una retirada a petición del Gobierno, que, como en anteriores escándalos alimentarios, quiere suprimir cualquier comentario sobre una cuestión que considera muy sensible".
RSF, con sede en París, pide a CCTV que "explique rápidamente por qué Zhao Pu fue suspendido y cuál es su situación actual", señalando que si se trata de una regulación interna del canal es una política cuestionable, ya que el presentador "sólo alertó a sus compatriotas sobre un probado problema de salud pública".
El mensaje de Zhao fue reenviado 130.000 veces, pero fue borrado por la censura china el mismo día, precisamente en un mes en el que el Gobierno comunista ha declarado abiertamente la "guerra a los rumores en la red", después de que circularan por foros internautas bulos sobre un supuesto golpe de Estado en Pekín.
La seguridad alimentaria en China es uno de los temas más candentes en el país asiático, donde es rara la semana en la que no haya noticias sobre productos adulterados, tóxicos o en mal estado, y que en ocasiones afectan a la salud de los consumidores.
Uno de los mayores escándalos fue precisamente en el sector lácteo, hace cuatro años, cuando leche en polvo para bebés adulterada con melamina causó la muerte de seis niños chinos y enfermó a cientos de miles, generando una enorme polémica dentro y fuera del país asiático.