La tragedia del Costa Concordia «nunca debió producirse y no se repetirá jamás». Pier Luigi Foschi, presidente de Costa Cruceros, recordaba este sábado en Venecia a las 32 víctimas del accidente durante la inauguración del Costa Fascinosa, el nuevo estandarte de la compañía italiana con el que pretende hacer olvidar el naufragio vivido frente a la isla italiana del Giglio.
El Costa Fascinosa parte hoy desde Venecia en su primer viaje
«Costa
aprende humildemente la lección para mejorar aún más la seguridad»,
aseguró Foschi, que en julio abandonará la dirección del grupo al
cumplir los 65 años, aunque continuará como presidente y seguirá
supervisando todos los asuntos relacionados con el accidente del Costa Concordia.
El
bautismo del Costa Fascinosa, un «icono del Made in Italy» de 290
metros de longitud y capacidad para 3.800 pasajeros construido en
Marghera por los astilleros Fincantieri, fue la ocasión para presentar siete nuevas medidas de seguridad que
ya incorporan los 15 buques de la flota de Costa Cruceros y que
comprenden desde cambios en la toma de decisiones en el puente de mando a
los ejercicios de salvamento.
Desde el 1 de febrero se informa a cada pasajero de las medidas de seguridad antes incluso de que el barco abandone el puerto e «invita» por carta
a las personas que no hayan realizado el simulacro de emergencia a
participar en otra sesión. Los viajeros disponen además de una nueva sección en la página web de la compañía
con información sobre cómo actuar ante una emergencia y conocer tanto
los datos técnicos del barco como de los capitanes y oficiales a bordo.
Alerta ante cambios de ruta
La naviera ha implementado un nuevo sistema de monitorización en tiempo real de la posición de la nave
denominado High Tech Safety Monitoring System (HT-SMS) que alerta
automáticamente de desvíos de la ruta marcada al personal de tierra.
Costa adopta la política de la CLIA (Cruise Lines International Association) que insta a un mayor debate durante la planificación del viaje, de manera que el resto de los oficiales del barco participen en la toma de decisiones.
El acceso al puente de mando,
cuya autorización recaía solo en el comandante de la nave, también se
verá modificado para minimizar posibles distracciones. Además del
capitán, la compañía deberá autorizar expresamente el acceso de
cualquier otra persona en situaciones críticas.
Cambia además la metodología seguida en el puesto de mando con el objetivo de que las decisiones se tomen de una manera más colegiada, aunque la última palabra la mantenga el capitán. La naviera ya entrena a sus oficiales en un centro de Almere (Holanda)
para que el capitán no sea la única persona capacitada para dar órdenes
y está promoviendo que su nuevo modelo de gestión en el puente de mando
se reconozca como ley en Italia. Hasta ahora el naufragio del Costa
Concordia se ha atribuido a la navegación imprudente del capitán Francesco Schettino, en arresto domiciliario pendiente de juicio acusado de homicidio culposo múltiple, naufragio y abandono de la nave.
Solo un tercio de los 3.216 supervivientes del Costa Concordia no han aceptado la indemnización de la compañía de 14.000 euros y
tienen abiertos procesos judiciales en distintos países, según señaló
Foschi para quien el impacto de estas indemnizaciones será mínimo en las
cuentas de la empresa ya que correrán a cargo de las compañías de
seguros.
Las
reservas de cruceros, que se vieron afectadas también por la crisis
económica, están creciendo un ritmo superior al de 2011, año en el que
alcanzaron los 2.300.000 pasajeros transportados. La compañía prevé
abrir nuevos itinerarios para 2013 en Latinoamérica y en Asia,
sumando más de 600 cruceros en todo el mundo, mientras continúa con su
programa de expansión de la flota. Ya ha encargado a los astilleros de
Fincantieri la construcción de un nuevo barco de 132.500 toneladas
que estará listo para entrar en servicio en octubre de 2014 y que
tendrá capacidad para 4.928 pasajeros, lo que le convertirá en el mayor
buque de cruceros de Italia.